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Aumento de Peso al Iniciar Ejercicio: Un Fenómeno Común y Temporal Explicado
Descubre por qué tu peso sube al iniciar ejercicio. Es un fenómeno temporal debido a la adaptación muscular y la retención de líquidos.
La salud y el bienestar son pilares fundamentales en nuestras vidas. En un mundo donde los desafíos climáticos y otras amenazas globales acaparan la atención, no podemos ignorar una crisis de salud pública que ha estado ganando terreno durante décadas: la epidemia de sobrepeso y obesidad. Esta situación representa una carga creciente para la salud global y, lamentablemente, las proyecciones indican que podría empeorar.
Estudios recientes y análisis de expertos advierten sobre el incremento alarmante de las tasas de obesidad en diversas poblaciones. Se observa un aumento significativo en la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños, adolescentes y adultos, con cifras que se han multiplicado drásticamente en las últimas décadas. Las proyecciones a futuro son igualmente preocupantes, anticipando que millones de personas adicionales se verán afectadas por estas condiciones en los próximos años. Este panorama subraya la urgencia de mantener un estilo de vida saludable y vigilar nuestro peso corporal.
Sin embargo, la pérdida de peso es un proceso complejo y, a menudo, frustrante. Quienes han intentado modificar sus hábitos para adelgazar saben que no es sencillo. Imaginen la desilusión de iniciar una rutina de ejercicio con la esperanza de ver los números bajar en la báscula, solo para encontrarse con que el peso ha subido. Este fenómeno de aumento de peso al empezar a ejercitarse es real y, aunque desalentador, tiene una explicación perfectamente racional que, afortunadamente, indica que es solo temporal.
Nuestros músculos: guardianes de energía que añaden peso

Es cierto que nuestro estilo de vida moderno puede llevarnos a hábitos que afectan nuestra salud a largo plazo. No obstante, existen acciones concretas que podemos tomar para contrarrestar estos efectos negativos, siendo el ejercicio una de las más importantes. Hay innumerables razones para ejercitarse, y la actividad física debería ser una parte integral de nuestro día a día, independientemente de nuestros objetivos de peso. Sin embargo, es innegable que una gran cantidad de personas recurren al ejercicio con el propósito principal de perder algunos kilos extra. Pero este camino puede ser engañoso.
¿Cuál es la mejor manera de perder peso? ¿Es mejor contar calorías, quemarlas en climass fríos o cálidos, eliminar carbohidratos, practicar el ayuno intermitente, hacer la mayor cantidad de cardio posible, o simplemente caminar un poco más? La realidad es que no hay un secreto oculto para la pérdida de peso más allá de una dieta saludable y el ejercicio regular, aunque diferentes métodos pueden funcionar mejor para distintas personas. Y, por frustrante que parezca, el ejercicio por sí solo a menudo puede hacernos ganar peso al principio. ¡Pero no hay que entrar en pánico si observas que la báscula sube cuando empiezas a entrenar!
Cuando nos ejercitamos, estamos exigiendo a nuestros cuerpos, que requieren energía extra para satisfacer las demandas que les estamos imponiendo. Por ello, nuestros organismos comienzan a almacenar reservas de glucosa en forma de glucógeno, para suministrar energía a nuestros músculos en futuros entrenamientos. La glucosa de este tipo es esencialmente lo que los músculos utilizan como energía. Durante el ejercicio, las partículas de glucógeno muscular se descomponen, permitiendo que las moléculas de glucosa sean utilizadas para la contracción muscular. Entonces, cuando comenzamos a ejercitarnos, nuestros cuerpos almacenan glucógeno que, debido a su capacidad para unirse con el agua, puede añadir de 1 a 3 libras de peso de agua a nuestro peso total.
El aumento de peso debido al ejercicio: una fase pasajera

Puede parecer contradictorio que, de hecho, aumentemos de peso cuando comenzamos a ejercitarnos, y ciertamente es un aspecto frustrante en el camino del entrenamiento, pero la buena noticia es que el aumento de peso inducido por el almacenamiento de glucosa no dura mucho. De hecho, debería ser un factor solo por unas pocas semanas, hasta un mes.
También vale la pena tener en cuenta que otros factores pueden contribuir al aumento de peso durante el ejercicio. Por ejemplo, el hecho de que el músculo es más denso que la grasa significa que, a medida que ganamos músculo y perdemos grasa, podríamos notar que pesamos más, debido a que el músculo es más pesado que la grasa que quemamos.
Además, hay que considerar la inflamación. La construcción de músculo a través del ejercicio implica la creación de microdesgarros en nuestros músculos, los cuales el cuerpo intenta reparar mediante un proceso de inflamación, que implica la retención de líquidos alrededor de dichos microdesgarros. Esta retención de agua añade más peso a nuestros cuerpos, aunque esto es incluso más temporal que la retención de glucosa, ya que la inflamación suele desaparecer en cuestión de un día o poco más.
No cabe duda de que perder peso es una tarea difícil, y no ayuda el hecho de que nuestros cuerpos están literalmente diseñados para luchar contra la pérdida de peso al almacenar y retener calorías en forma de grasa. Con esto en mente, y considerando las diversas formas en que nuestros cuerpos realmente ganan peso durante y después del ejercicio, es importante recordar que observar solo la báscula no siempre es el mejor enfoque. La clave es la consistencia, la paciencia y el enfoque en los beneficios generales de un estilo de vida activo y saludable, más allá de un simple número.