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Auroras Boreales: Guía Completa para Ver las Luces del Norte y Entender su Origen
Descubre cuándo y cómo ver las auroras boreales. Aprende sobre su fascinante origen científico y el mejor momento para observarlas.
Entre los espectáculos más imponentes del cielo nocturno, pocos pueden competir con la aurora boreal (también conocida como las luces del norte) o las auroras australes en el otro extremo del mundo. Nuestros primeros registros de estas luces, conocidas apropiadamente como auroras, datan del siglo X a.C. Pero para quienes vivimos en el presente, ¿cuál es el momento ideal para presenciar este espectáculo de luz cósmico? Una vez que te encuentras lo más cerca posible de los polos, los equinoccios de primavera y otoño son períodos privilegiados para la observación de auroras.
A través de numerosas culturas, la aurora boreal ha sido asociada con el mundo espiritual. Muchas de las tribus inuit de Norteamérica veían la aurora boreal como los muertos jugando a la pelota en el cielo, pero para otros grupos, era un mal presagio al que temer. Más al sur, los nativos americanos asociaban la aurora con sus mitos de creación, y en el norte de Europa, las tribus sami creían que la aurora era una manifestación de los muertos en combate eterno. Si bien la ciencia moderna ha disipado estas explicaciones místicas, permitiéndonos comprender y predecir completamente las auroras, el encanto de verlas bailar en el cielo nocturno no ha disminuido. Así que, si estás planeando un viaje para ver las luces del norte, aquí te explicamos la razón detrás del mejor momento para hacerlo.
¿Qué causa la aurora boreal?

Nuestra comprensión moderna de lo que causa las auroras comenzó en el siglo XVIII, cuando el astrónomo sueco Anders Celsius (sí, ese Celsius) descubrió la conexión entre la aurora y el campo magnético de la Tierra. Ahora sabemos que el luminoso fenómeno de la aurora boreal se origina en el Sol, que produce constantemente un flujo de partículas en todas direcciones, conocido como viento solar. La mayoría de estas partículas subatómicas, que viajan a más de un millón y medio de kilómetros por hora, son desviadas alrededor de nuestro planeta gracias a su magnetosfera.
Cuando nuestro escudo magnético no es suficiente para protegernos del embate del viento solar, estas partículas hipersónicas son dirigidas hacia las regiones polares de la Tierra, donde chocan con los gases de nuestra atmósfera y elevan los electrones de sus átomos a un estado de mayor energía. Cuando esos gases se enfrían, emiten un fotón de luz, y cuando esto sucede a gran escala, puede ser visto desde la superficie terrestre.
Los colores producidos por la aurora dependen de con qué gases interactúa el viento solar y a qué altitud. El color más común para la aurora es el verde, causado por el oxígeno a altitudes entre los 96 y 240 kilómetros. El oxígeno también es responsable de los destellos más raros de rojo en una aurora, pero solo cuando está por encima de los 240 kilómetros. Los tonos azules son causados por interacciones con el nitrógeno por debajo de los 96 kilómetros.
¿Cuándo es el mejor momento para ver la aurora boreal?

El período de máxima actividad geomagnética, y por lo tanto cuando es más probable que veas una aurora, es alrededor del equinoccio de otoño o primavera. La razón detrás de esto no se comprende perfectamente, pero tiene que ver con la alineación de los polos magnéticos del Sol y la Tierra, de tal manera que las partículas del viento solar son dirigidas con mayor facilidad hacia la Tierra en lugar de rodearla.
La aurora está presente la mayoría de las noches en un anillo alrededor de los polos, conocido como el óvalo auroral, aunque su forma fluctúa constantemente. Por lo tanto, el mejor lugar para ver la aurora boreal es en el extremo norte, específicamente entre los 60 y 75 grados de latitud norte. Eso significa que tendrás que viajar a Alaska, Canadá, Groenlandia, Islandia, Noruega, Suecia, Finlandia o Rusia.
También es importante considerar la variación estacional en la duración del día. Dado que las auroras no son visibles durante el día, debes planificar tu viaje para verlas después del equinoccio de otoño y antes del equinoccio de primavera, cuando las noches son más largas. Finalmente, presta atención al clima espacial: la NOAA mantiene una página web con un pronóstico de auroras que puedes consultar mientras estás de vacaciones para ver las luces del norte, así podrás mantenerte abrigado el mayor tiempo posible antes de desafiar el frío para presenciar este asombroso fenómeno.