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Caléndulas: El Aliado Estratégico y Natural para un Jardín Libre de Plagas

Descubre cómo las vibrantes caléndulas protegen tu jardín. Una defensa natural y colorida contra plagas, optimizando la salud de tus cultivos.

Caléndulas: El Aliado Estratégico y Natural para un Jardín Libre de Plagas

A menudo, las caléndulas son subestimadas, quizás por su ubicuidad en jardines de todo el mundo. Pero, más allá de su innegable belleza y sus explosiones de color en tonos rojos, naranjas y amarillos, estas flores ocultan un secreto sorprendente y estratégico para cualquier jardinero. Son verdaderas operativas encubiertas en la lucha contra las plagas, un sistema de defensa natural disfrazado de pétalos que nos hace cuestionar la inteligencia del reino vegetal.

Las caléndulas, pertenecientes al género Tagetes, han sido desde hace mucho tiempo las favoritas en la siembra de compañía por sus impresionantes capacidades para combatir plagas. Su secreto reside en las sustancias químicas que liberan, destacando el alfa-tertienilo, un compuesto producido por las raíces de la planta al que diversos organismos nocivos, como los nematodos parásitos (pequeños gusanos redondos que habitan en el suelo), no son aficionados en absoluto. Estos nematodos pueden causar estragos en el sistema radicular de una planta, alimentándose de ella mientras viven dentro o en la tierra circundante, lo que los hace particularmente difíciles de erradicar. Sin embargo, y esto es crucial, cuando las caléndulas se siembran cerca de vegetales como tomates, zanahorias y frijoles, la probabilidad de que estos nematodos se establezcan disminuye significativamente, ofreciendo a tu jardín una línea natural de protección.

Pero los beneficios no se detienen bajo tierra. Las caléndulas también emiten un aroma distintivo que ayuda a repeler áfidos, moscas blancas e incluso algunos escarabajos, que de otro modo podrían convertir tus plantas de tomate en un buffet. En pocas palabras, estas flores alegres hacen mucho más que iluminar tu jardín con salpicaduras de color; silenciosamente, hacen que todo a su alrededor sea un poco más resistente.

Cómo las caléndulas protegen tus plantas

Caléndulas: El Aliado Estratégico y Natural para un Jardín Libre de Plagas

Las caléndulas son químicas botánicas del mejor tipo, y la forma en que sus partes trabajan es realmente notable. La sustancia que sus raíces liberan para ayudar en su lucha contra los nematodos, el alfa-tertienilo, posee la capacidad especial de repeler parásitos al interrumpir su biología de formas fatales. Esto ocurre principalmente al generar sustancias que inducen estrés oxidativo en las células de los insectos, y en particular en las formas larvarias y juveniles de los nematodos. Esencialmente, una vez que el alfa-tertienilo penetra la piel exterior de un nematodo, desencadena una explosión de especies reactivas de oxígeno, moléculas inestables que dañan las células del gusano al corroer sus membranas y proteínas. ¿El resultado? La muerte por estrés oxidativo.

Pero la planta tiene otro truco bajo su tallo: su fuerte fragancia. El olor potente que emana de las flores, especialmente de las variedades francesas y americanas, debe su existencia a una sustancia química llamada limoneno. El limoneno es el responsable del aroma agudo y fragante que se encuentra en las cáscaras de cítricos, y también se utiliza en los repelentes de mosquitos. Hay una buena razón para ello. Los insectos dañinos, incluidas las moscas blancas, que perforan la superficie de una planta y succionan sus jugos, odian el limoneno. En un estudio de 2019 publicado en la revista PLOS One, los investigadores introdujeron poblaciones de mosca blanca en un grupo de plantas de tomate y luego sembraron caléndulas francesas cerca, lo que llevó a una caída significativa en el crecimiento de la población de mosca blanca.

Investigaciones adicionales publicadas en Viruses han demostrado que, en presencia de limoneno, las moscas blancas pasan menos tiempo alimentándose de las plantas que eligen para comer. Otros estudios han demostrado que espolvorear plantas con un polvo de arcilla de caolín y combinarlo con limoneno fue suficiente para reducir las poblaciones de mosca blanca en los cultivos de tomate. Así que, si quieres que tu planta de tomate se mantenga sana, considera sembrar algunas caléndulas a su alrededor.

Cómo usar caléndulas en tu jardín

Caléndulas: El Aliado Estratégico y Natural para un Jardín Libre de Plagas

Si has decidido incorporar caléndulas a tu jardín, hay algunos aspectos clave que debes conocer para asegurarte de que prosperen mientras ofrecen el mayor beneficio a las otras plantas que cultivas. Lo primero que debes decidir es qué variedad deseas sembrar. No todas las caléndulas son iguales. Como hemos visto, las caléndulas francesas (Tagetes patula) son la opción predilecta para el control de plagas y generalmente prefieren condiciones húmedas. Las caléndulas americanas (T. erecta), a veces llamadas caléndulas africanas (a pesar de ser originarias de América del Norte), son más altas y producen flores más grandes, así que tenlo en cuenta si tienes un espacio limitado en tu patio. Son tu mejor opción en condiciones secas, ya que son algo resistentes a la sequía.

El espaciado es otro aspecto fundamental. Al sembrar, piensa en las caléndulas como una línea defensiva y sepáralas entre 45 a 50 centímetros (18 a 20 pulgadas) para evitar que compitan por alimento y recursos con tus tomates, frijoles y zanahorias si se plantan demasiado cerca. Si siembras demasiadas o las colocas muy juntas, pueden sofocar fácilmente a plantas de crecimiento más lento como los pimientos.

Asegúrate de plantarlas en suelo bien drenado donde reciban abundante exposición solar durante todo el día. La poda de flores marchitas (o deadheading) no es obligatoria para las caléndulas, pero sí las ayudará a producir más flores, lo que a su vez potenciará aún más las defensas naturales de tu jardín contra las plagas. Usadas con criterio, estas coloridas flores no solo combaten las plagas, sino que también son una gran adición estética a cualquier jardín. La próxima vez que admires tus caléndulas, recordarás que son mucho más que una cara bonita: son tus guardianas naturales.