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Despertar con Extremidades Dormidas: ¿Por Qué Ocurre y Cómo Evitarlo?
Descubre por qué tus extremidades se duermen al despertar y cómo una simple posición al dormir influye. ¡Conoce la parestesia transitoria!
Despertar con la sensación de tener una extremidad dormida o “muerta” – un brazo o una pierna que parece no responder – puede ser una experiencia desconcertante para muchos. Aunque inicialmente alarmante, este fenómeno común, a menudo acompañado de un hormigueo o la sensación de “alfileres y agujas”, es generalmente inofensivo y temporal. Es una respuesta natural de nuestro cuerpo, que indica una interrupción momentánea en las señales nerviosas. Acompáñanos a profundizar en por qué sucede esto y qué puedes hacer al respecto.
La ciencia detrás de las “extremidades dormidas”
Esta familiar sensación tiene un nombre científico: parestesia transitoria. No es una señal de una condición subyacente grave, sino más bien un problema común y temporal directamente relacionado con la forma en que posicionamos nuestro cuerpo mientras dormimos. La sensación suele desaparecer en unos pocos segundos, siendo reemplazada por un hormigueo o la sensación de “alfileres y agujas” a medida que la sensibilidad regresa a la extremidad.
¿Qué sucede durante la Parestesia Transitoria?
El término parestesia se refiere a una sensación de hormigueo o adormecimiento que se produce cuando un nervio se irrita o comprime, enviando señales específicas al cerebro para indicar que algo no funciona correctamente. Normalmente, los impulsos eléctricos viajan sin obstáculos por los nervios desde la columna vertebral hasta las extremidades y viceversa. Sin embargo, si algo interrumpe el flujo de estos impulsos, como la presión sostenida sobre un nervio, no solo puede provocar una pérdida de sensibilidad o adormecimiento, sino también la sensación de hormigueo.
En el contexto de la parestesia transitoria, esta sensación es, como su nombre lo indica, temporal. Mientras dormimos, es muy común que apoyemos nuestro peso sobre alguna de nuestras extremidades, aplicando presión directa sobre los nervios subyacentes. Esta presión interrumpe temporalmente el suministro de sangre y la comunicación nerviosa, llevando al adormecimiento, o “obdormición” para usar el término técnico.
La sensación de “alfileres y agujas”
Cuando despertamos y aliviamos la presión sobre nuestros nervios, el sistema nervioso a menudo se vuelve hiperactivo a medida que comienza a reactivarse. Es en este momento cuando experimentamos la sensación de “alfileres y agujas” o ese hormigueo similar a la estática. Es la forma en que el cerebro recibe una ráfaga de señales de los nervios que vuelven a la normalidad después de haber estado comprimidos.

Cómo prevenir y aliviar las extremidades dormidas durante la noche
La buena noticia es que la solución para evitar las extremidades dormidas es bastante simple y está al alcance de todos: ajustar nuestra posición al dormir.
- Cambiar de posición regularmente: Si eres propenso a dormir en una posición que comprime tus nervios (por ejemplo, boca abajo con un brazo debajo de la almohada), intenta variar tu posición.
- Usar almohadas de apoyo: Colocar almohadas estratégicamente puede ayudar a mantener tus extremidades en una posición que no ejerza presión sobre los nervios. Por ejemplo, una almohada entre las rodillas si duermes de lado, o una pequeña almohada debajo del cuello para mantener la alineación.
- Evitar presión directa: Concientiza tu cuerpo al dormir. Evita acostarte directamente sobre tus brazos o piernas durante períodos prolongados.
- Mantener una buena circulación: Aunque no es una causa directa de la parestesia transitoria, una buena circulación general puede contribuir a la salud nerviosa. Esto incluye mantenerse hidratado y, si es posible, realizar actividad física regular.
¿Cuándo consultar a un médico?
Si bien la parestesia transitoria es generalmente inofensiva, si experimentas adormecimiento o hormigueo que es persistente, severo, o se acompaña de otros síntomas como debilidad muscular, dolor intenso, o si ocurre frecuentemente sin una causa obvia (como la posición al dormir), es recomendable consultar a un profesional de la salud. Esto es para descartar cualquier condición subyacente más seria, aunque es raro que lo sea en el contexto de despertarse con una extremidad dormida.
Conclusión
Despertar con una extremidad dormida puede ser desconcertante, pero es un fenómeno común y benigno. Se trata de una respuesta natural de tu cuerpo a la presión temporal sobre los nervios durante el sueño. Al entender la parestesia transitoria y hacer pequeños ajustes en tu posición al dormir, puedes reducir significativamente la frecuencia de estas sensaciones incómodas y disfrutar de un descanso más placentero y reparador. Tu cuerpo está simplemente enviándote una señal; escúchala y ajusta tu postura para asegurar que tus nervios puedan funcionar sin interrupciones durante toda la noche.