El Asombroso Vuelo de las Aves: ¿Por Qué Solo los Colibríes Vuelan Hacia Atrás?

Las aves nos rodean constantemente, y a menudo no nos detenemos a apreciar lo verdaderamente asombrosas que son. Estas criaturas, descendientes de los terópodos —un grupo de dinosaurios bípedos al que también pertenecía el imponente Tyrannosaurus rex—, quizás no sean tan intimidantes como sus ancestros gigantes, pero sus adaptaciones son, a su manera, igual de impresionantes. El vuelo, por ejemplo, es una de las adaptaciones más espectaculares que surgieron hacia el final de la evolución de las aves desde sus orígenes dinosaurios. Tras desarrollar plumas y una fúrcula (el hueso de la suerte), las alas perfeccionaron la capacidad de las aves para elevarse y mantenerse en el aire, especialmente a medida que reducían su tamaño. Pensar en las aves como pequeños dinosaurios voladores puede sonar curioso, pero en cierto modo, eso es exactamente lo que son.

A pesar de todas estas características asombrosas, hay algo que la gran mayoría de las aves no pueden hacer: volar hacia atrás. O, para ser más precisos, todas, excepto una única familia de aves, carecen de esta habilidad. Los colibríes son la notable excepción a esta regla, habiendo evolucionado con una serie de características físicas que les permiten volar de maneras que ninguna otra ave puede. La razón principal por la que la mayoría de las aves solo pueden desplazarse hacia adelante se debe a su estructura muscular específica. Para despegar y mantenerse en el aire, las aves necesitan alas, plumas, un cuerpo aerodinámico y una estructura ligera. Todas estas son adaptaciones que emergieron a lo largo de millones de años para permitirles el vuelo. Sin embargo, aunque estos elementos son cruciales, el proceso de vuelo realmente comienza con las alas.

Las Aves Solo Pueden Volar Hacia Adelante Debido a Su Estructura Muscular

Para volar, las aves deben aletear, moviendo sus alas hacia abajo con potentes músculos en el pecho, y luego hacia arriba con músculos más pequeños en el ala misma. Este movimiento hace que el aire fluya sobre las alas, impulsando al ave hacia arriba, mientras que la forma curvada de las alas crea una baja presión arriba y una alta presión abajo, manteniéndolas en el aire. Dado que las aves poseen músculos pectorales extremadamente fuertes y músculos de las alas comparativamente más débiles, no pueden empujar suficiente aire hacia adelante para impulsarse hacia atrás. En cambio, la estructura de las alas de las aves y los músculos implicados significan que el aire siempre es empujado hacia atrás, impulsando al ave hacia adelante. Con los colibríes, sin embargo, este no es el caso.

El Vuelo del Colibrí Es Único

El vuelo del colibrí es, sin duda, diferente al de cualquier otra ave. Los colibríes son aves singulares por muchas razones. No solo contribuyen a la polinización al visitar cientos de flores cada día, sino que también pueden batir sus alas entre 60 y 80 veces por segundo, una hazaña verdaderamente asombrosa. Dependiendo de la especie, esto se traduce en 720 a 5,400 aleteos por minuto mientras se mantienen suspendidos en el aire. Además, los colibríes pueden alcanzar velocidades de hasta 96 km/h (60 mph) durante el apareamiento. Para mantener semejante nivel de actividad, los colibríes no solo necesitan descansar con frecuencia, sino que sus cuerpos están compuestos de una manera distinta a la de otras aves. Mientras que la mayoría de las aves tienen aproximadamente un 15% de su peso corporal compuesto de músculo, en los colibríes esta proporción oscila entre un 25% y un 30%.

Esta mayor masa muscular es parte de la explicación de cómo los colibríes son capaces de volar hacia atrás. Junto con estos músculos de vuelo más desarrollados, estas pequeñas aves también poseen una articulación esférica en su hombro (algo raro entre las aves) y otra en la muñeca. Estas articulaciones les permiten mover sus alas en todas las direcciones. Esto no solo significa que pueden mover sus alas en un patrón en forma de ocho, lo que les permite flotar inmóviles en el aire, sino que también les permite empujar el aire hacia adelante, posibilitando el vuelo hacia atrás. Así, a través de una combinación de sus músculos únicos, articulaciones de la muñeca que rotan y un movimiento de ala particular, los colibríes son las únicas aves en existencia que pueden volar hacia atrás.