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El Caffè Italiano: Un Ritual Social y Gastronómico Imprescindible para el Viajero
Sumérgete en la cultura del café italiano. Aprende a disfrutarlo como un local: sentado, saboreando y socializando. Una experiencia única.
El caffè italiano es la definición misma de estilo y cultura. Es un lugar para encontrarse con amigos, para conversar largamente y para lucir el atuendo más chic. Conocido también como “bar de café”, el caffè es un punto de reunión común, un segundo hogar y, para muchos, un club social diurno. Muchos dueños de caffès aprovechan el clima templado del Mediterráneo y colocan mesas de bistró en la calle; aquí puedes socializar al aire libre, sorber de tazas de porcelana y observar el flujo de la vida urbana. Los caffès resaltan muchas de las fortalezas culturales de Italia: la hospitalidad, la socialización y la gastronomía de calidad.
Sin embargo, hay algo que no se hace en los caffès italianos: pedir un café para llevar. Esto no es solo una falta de etiqueta; la solicitud podría incluso no ser comprendida. A menos que visites una cadena internacional de café, los baristas se negarán a la idea de vasos de cartón y tapas de plástico. ¿Cómo podría alguien disfrutar de una taza de café preparada con maestría mientras camina por la calle, y mucho menos mientras conduce al trabajo? ¿Por qué los clientes se privarían de esta alegría vital? Hay una razón por la cual Starbucks tiene solo unas 30 ubicaciones en toda la nación, aproximadamente el mismo número que en Brooklyn, Nueva York: este tipo de consumo de café es antitético a la cultura italiana. Si quieres beber café como un verdadero local italiano, tienes que empezar por planear sentarte.
Un Tiempo para el Café Italiano

Ten en cuenta que los italianos han tenido mucho tiempo para cultivar su hábito de la cafeína. El primer caffè comercial comenzó a servir en Venecia en 1683, y estas instituciones eran lugares de reunión populares para artistas y filósofos cuando Estados Unidos se convirtió en un país oficial. El inventor italiano Luigi Bezzera patentó la máquina de espresso en 1901, y el resto es historia; el espresso es ahora un elemento fijo en los caffès desde Milán hasta Palermo. Mientras que los estadounidenses a menudo piensan en el espresso como “shots” o “tragos” para consumir de un solo sorbo, los italianos habitualmente saborean pequeñas tazas durante largos períodos, revolviendo el líquido oscuro con cucharitas diminutas y sorbiendo con delicadeza de vez en cuando. El azúcar y la crema también son menos comunes; los turistas no deben esperar encontrar estas adiciones populares al café en Italia.
Por extraño que les parezca a los turistas, es posible que tengas que presupuestar tiempo extra para disfrutar de tu café matutino. Las porciones te parecerán más pequeñas, y terminarás sentado con una taza, platillo y servilleta adecuados en lugar de cartón y plástico desechables. Pero esta es una forma placentera de aclimatarse al ritmo de vida italiano y abrazar el nuevo entorno. Mientras aprendes las costumbres locales, evita cometer este error embarazoso con el cappuccino al visitar Italia.