Inicio / Ciencia
El Enigma de las Ardillas en la Carretera: Descifrando su Comportamiento Defensivo y Visión
Explora por qué las ardillas zigzaguean frente a autos, su visión y la evolución detrás de este peculiar comportamiento defensivo.
Las ardillas son criaturas adorables y curiosas, conocidas por sus comportamientos únicos que a menudo nos dejan perplejos. Uno de los más notorios es su fascinante habilidad para recolectar y almacenar una impresionante cantidad de nueces, organizando sus provisiones meticulosamente según su preferencia, calidad y variedad. Sin embargo, también son famosas por una conducta mucho más preocupante: correr inesperadamente frente a vehículos en movimiento. Este comportamiento puede tener consecuencias trágicas tanto para las ardillas como para los conductores que intentan esquivarlas. Parece que, al acecho en la orilla de la carretera, estuvieran jugando un peligroso juego con el tráfico. Pero, ¿sabía usted que este aparente juego es en realidad una táctica defensiva innata?
Se estima que anualmente, alrededor de 41 millones de ardillas mueren en las carreteras de Estados Unidos, convirtiéndolas en uno de los animales más comúnmente atropellados. Dotadas de reflejos impecables, estos roedores se mueven en zigzag a través de la carretera, cambiando de dirección de forma rápida y eficiente. Este comportamiento es una respuesta instintiva, perfectamente diseñada para evadir depredadores naturales en la cadena alimenticia, como gatos domésticos, aves rapaces y serpientes. No obstante, esta estrategia no resulta tan efectiva para esquivar vehículos a alta velocidad, especialmente si la ardilla se paraliza momentáneamente e intenta regresar sobre sus pasos. A pesar de sus asombrosos reflejos, los automóviles se mueven simplemente demasiado rápido para que estos pequeños animales puedan apartarse a tiempo.
Las ardillas no son las únicas criaturas que emplean este movimiento en zigzag defensivo para escapar de sus cazadores. Cebras, venados y conejos son solo algunos ejemplos de otros mamíferos que utilizan la misma táctica. De hecho, no es sorprendente que se estime que 350,000 venados son víctimas de atropellos en Estados Unidos cada año, una cifra que subraya la prevalencia de este tipo de incidentes con la fauna silvestre.
El comportamiento defensivo: solo una parte del rompecabezas

Aunque el movimiento en zigzag de las ardillas dificulta a los conductores evitar atropellarlas, esta es solo una de las razones por las que a menudo encuentran un trágico final bajo las ruedas de los automóviles. Uno podría pensar que las ardillas se lanzan a la carretera debido a una visión periférica deficiente. Sin embargo, la realidad es todo lo contrario: los ojos de las ardillas, independientemente de su especie, suelen estar ubicados a los lados de su cabeza, lo que les proporciona una visión periférica superior a la de los humanos. Incluso pueden ver parcialmente detrás de sí mismas, una característica vital que les permite detectar depredadores que se aproximan por la espalda.
No obstante, la posición de sus ojos conlleva una desventaja significativa. Dado que su campo de visión no se superpone como el nuestro (ya que nuestros ojos están orientados hacia adelante), estos roedores carecen de la percepción de profundidad aguda que poseen la mayoría de los primates. Esta percepción de profundidad es crucial para juzgar la velocidad y la distancia a la que se aproximan objetos en movimiento, como vehículos. Sin ella, las ardillas tienen una capacidad muy limitada para determinar cuán cerca está un automóvil antes de lanzarse a la carretera o intentar dar la vuelta, incluso cuando mueven la cabeza constantemente para escanear su entorno y calcular distancias. Sencillamente, estos animales no han tenido tiempo suficiente para adaptarse a la presencia de automóviles, ya que, en el vasto esquema de la evolución, los vehículos son una invención relativamente reciente.