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El Enigma Sanguíneo: ¿Cuánta Sangre Tenemos y Cómo se Regenera Nuestro Cuerpo?

Descubre el volumen de sangre en el cuerpo humano, sus factores influyentes y los fascinantes mecanismos de recuperación natural.

El Enigma Sanguíneo: ¿Cuánta Sangre Tenemos y Cómo se Regenera Nuestro Cuerpo?

Alguna vez te has preguntado, mientras veías series como “Grey’s Anatomy” o “Dr. House”, ¿cuánta sangre tiene realmente tu cuerpo? O quizás, al cortarte preparando la cena, te preocupó saber cuánta pérdida de sangre es fatal. La respuesta a estas preguntas depende de varios factores cruciales que influyen en el volumen sanguíneo.

En términos generales, un adulto promedio tiene entre 1.2 y 1.5 galones de sangre. Sin embargo, esta cantidad varía significativamente según tu peso, sexo, ubicación geográfica y otros elementos. Por ejemplo, si una pareja de hombre y mujer adultos, ambos de 150 libras, viven a nivel del mar, el hombre tendrá aproximadamente 1.35 galones de sangre, mientras que la mujer tendrá alrededor de 1.17 galones. Si esta misma pareja viviera a gran altitud, ambos tendrían más sangre. Esto se debe a que las altitudes elevadas tienen niveles más bajos de oxígeno, lo que impulsa al cuerpo a producir más glóbulos rojos para asegurar el suministro de oxígeno necesario para la supervivencia. Adicionalmente, las mujeres embarazadas suelen tener entre 0.3 y 0.4 galones adicionales de sangre, ya que sus cuerpos están apoyando el crecimiento y desarrollo de un nuevo ser.

Dado que el volumen de sangre en el cuerpo es tan variable entre individuos, las hemorragias se clasifican comúnmente en cuatro etapas y se expresan en porcentajes de la pérdida total de sangre:

  • Hasta 15% de pérdida: Los adultos sanos pueden sentir mareos leves o aturdimiento, pero la mayoría no presenta síntomas físicos evidentes. El cuerpo tiene una gran capacidad de compensación en esta etapa.
  • Entre 15% y 30% de pérdida: Generalmente causa desviaciones en los signos vitales y síntomas físicos como fatiga, palidez y náuseas. La frecuencia cardíaca y respiratoria pueden aumentar.
  • Más del 30% de pérdida: Los adultos sanos corren un riesgo significativo de muerte si no reciben tratamiento adecuado y oportuno. La presión arterial comienza a caer drásticamente.
  • 40% o más de pérdida: El riesgo de muerte aumenta exponencialmente sin una atención médica agresiva e inmediata. En este punto, el cuerpo entra en un estado de shock hipovolémico, comprometiendo gravemente la función de los órganos vitales.

¿Cómo se Repone la Sangre Perdida?

El Enigma Sanguíneo: ¿Cuánta Sangre Tenemos y Cómo se Regenera Nuestro Cuerpo?

En situaciones de trauma grave con una pérdida de sangre igual o superior al 30%, la reanimación con fluidos y las transfusiones sanguíneas se vuelven indispensables para salvar vidas. Estas intervenciones suelen realizarse utilizando sangre donada de bancos de sangre. Aunque las transfusiones de sangre total se realizan para personas con hemorragias masivas, una sola bolsa de sangre donada puede separarse en sus componentes –glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y plasma– para tratar a múltiples personas con hemorragias menos severas o ciertas condiciones médicas específicas. Los equipos médicos son muy cuidadosos en compatibilizar los tipos de sangre del donante y el receptor para evitar reacciones adversas y complicaciones graves.

Por otro lado, no es común necesitar tratamientos especiales para la pérdida de sangre debido a una lesión menor, durante el ciclo menstrual o después de una donación de sangre (que solo implica la pérdida de aproximadamente 0.13 galones). La razón es que el propio cuerpo tiene un mecanismo asombroso de autorregeneración: tus huesos producen células sanguíneas para reponer la sangre perdida.

Tu médula ósea es la fábrica de las células madre; y una hormona clave, la eritropoyetina, les indica a estas células madre que se transformen en glóbulos rojos, que son los encargados de transportar el oxígeno a todos tus órganos. Dado que el cuerpo produce alrededor de 2 millones de estas células por segundo, solo toma entre unos pocos días y una semana regenerar la sangre faltante de una donación. Mientras tanto, otras proteínas y señales químicas dirigen a la médula ósea para que produzca glóbulos blancos –un componente fundamental del sistema inmunológico– los cuales también regresan a niveles normales en pocos días. Esta capacidad de auto-recuperación es un testimonio de la increíble resiliencia del cuerpo humano.