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El Meteorito Maryborough: Un Viaje de 4.6 Mil Millones de Años Revelado por un Prospector

Un descubrimiento sorprendente: un prospector halla un meteorito de 4.6 mil millones de años, más valioso que el oro.

El Meteorito Maryborough: Un Viaje de 4.6 Mil Millones de Años Revelado por un Prospector

En los últimos años, la ciencia ha sido testigo de revelaciones sorprendentes, desde descubrimientos impresionantes confundidos con naufragios hasta hallazgos inesperados sobre el origen de la vida. Sin embargo, siempre es emocionante cuando personas comunes se topan con artefactos de valor incalculable, especialmente aquellos con un significado científico profundo.

Hemos escuchado innumerables historias de individuos que, por casualidad, descubren tesoros. En 2024, un padre y su hijo encontraron diecisiete monedas históricas raras mientras usaban un detector de metales en Polonia. De manera similar, en 2019, un aficionado a la detección de metales desenterró un colgante de oro que conmemoraba el primer matrimonio de Enrique VIII. Abundan relatos de descubrimientos increíbles hechos por aficionados, pero pocos incluyen una maravilla científica prehistórica, como fue el caso del prospector australiano David Hole.

En 2015, David Hole se encontró con una roca inusualmente pesada de color rojizo, incrustada en arcilla amarilla, durante una expedición de búsqueda de oro. Lo que Hole no sabía en ese momento era que su llamativo hallazgo no era oro, sino un meteorito de 4.6 mil millones de años, una pieza de historia cósmica más rara que el oro mismo.

Un Hallazgo de Oro que Reveló una Reliquia del Amanecer de Nuestro Sistema Solar

El Meteorito Maryborough: Un Viaje de 4.6 Mil Millones de Años Revelado por un Prospector

David Hole encontró su misteriosa roca durante un viaje de detección de metales en 2015, en el Parque Regional de Maryborough, cerca de Melbourne. La singularidad de este hallazgo lo impulsó a llevársela a casa, convencido de que contenía algún tipo de depósito de oro. Era una suposición razonable, dado que Maryborough forma parte de las Central Goldfields, una región de Victoria conocida por ser una de las zonas más ricas en oro de Australia desde hace más de 150 años.

Sin embargo, el hallazgo de Hole no era oro. De hecho, ni siquiera era de este planeta, aunque al prospector le tomó tiempo descubrirlo. Después de intentar, sin éxito, abrir la inusualmente pesada roca con una sierra para rocas, una amoladora angular, un taladro y un mazo, Hole probó con ácido, esperando que pudiera penetrar el objeto tenazmente resistente. Lamentablemente, fue tan ineficaz como las herramientas que ya había probado. Sospechando que tenía algo verdaderamente único, decidió llevar la roca, que pesaba aproximadamente 17 kilogramos (37 libras), al Melbourne Museum, donde los geólogos Dermot Henry y Bill Birch la examinaron más de cerca.

Fue allí donde Hole finalmente descubrió lo que había encontrado en el campo de Maryborough: un meteorito de 4.6 mil millones de años que contenía gotas preservadas de minerales de silicato formadas a partir de la nube de gas que dio origen a nuestro propio sistema solar.

El Viaje de 4.6 Mil Millones de Años del Meteorito de Maryborough a la Tierra

El Meteorito Maryborough: Un Viaje de 4.6 Mil Millones de Años Revelado por un Prospector

Cuando David Hole llevó su inusual roca al Melbourne Museum, Dermot Henry utilizó una sierra de diamante súper dura para revelar su increíble contenido. Como Henry explicó a The Sydney Morning Herald, “Estás viendo directamente la formación del sistema solar aquí”. El meteorito estaba repleto de densas formas de hierro y níquel, lo que explicaba su inusual peso, y fue identificado como condrita H5, un tipo importante de meteorito.

Antes de que nuestro planeta se formara, trozos de condrita orbitaban alrededor del Sol. La gravedad finalmente unió estas rocas para formar la Tierra y otros planetas rocosos. Pero esto plantea la pregunta de cómo este particular trozo de condrita terminó en un campo australiano en 2015. Según las mejores estimaciones de Henry y Birch, el meteorito de Maryborough, como se le conoce, fue probablemente un trozo de condrita que terminó en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpida. Una colisión entre dos de estas rocas probablemente envió un fragmento hacia la Tierra, donde finalmente aterrizó en algún momento dentro de los últimos mil años, según las pruebas de datación por carbono.

Henry, Birch y su colega Andrew Tomkins publicaron sus hallazgos sobre el meteorito de Maryborough en un artículo de 2019 en Proceedings of the Royal Society of Victoria, donde señalan que es la segunda masa condrítica más grande jamás encontrada en Victoria. Este descubrimiento es un recordatorio fascinante de cómo la curiosidad humana puede desenterrar tesoros cósmicos con un valor científico que trasciende el oro, ofreciéndonos una ventana única a los orígenes de nuestro universo.