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El Misterio del Llanto Humano: Por Qué Lloramos Emocionalmente
Explora el enigma del llanto emocional humano, sus tipos y teorías científicas sobre su evolución y función social y biológica.
El acto de llorar, especialmente ante la alegría desbordante o la tristeza profunda, es una de las experiencias humanas más universales y, a la vez, enigmáticas. Cuando nos enfrentamos a emociones abrumadoras, nuestros ojos se humedecen y las lágrimas ruedan por nuestras mejillas. Es una de las vivencias más definitorias que podemos tener. Sin embargo, desde una perspectiva evolutiva, es una peculiaridad. Muchos animales producen lágrimas para lubricar sus ojos o para expulsar irritantes, funciones que las lágrimas humanas también cumplen. Pero los tipos de lágrimas ligadas a nuestros sentimientos parecen ser una característica exclusivamente nuestra.
El consenso científico general indica que los seres humanos somos la única especie conocida que derrama lágrimas por razones emocionales, donde nuestros sentimientos pueden, literalmente, brotar de nosotros. Es un fenómeno que parece tanto universal como inexplicable, y uno que ha desconcertado a los científicos durante décadas.
Los científicos categorizan las lágrimas humanas en tres tipos principales: las lágrimas basales, que son esenciales para mantener los ojos lubricados y evitar que se sequen; las lágrimas reflejas, que responden a irritantes externos como el polvo, el humo o el corte de cebolla; y las lágrimas emocionales, que emergen como una respuesta a emociones intensas y variadas. Mientras los dos primeros tipos se observan comúnmente en todo el reino animal, los humanos somos la única especie que, hasta donde sabemos, vincula intrínsecamente las lágrimas a nuestros estados psicológicos.
Lo que hace este fenómeno aún más misterioso es que nadie comprende con exactitud por qué evolucionamos para llorar emocionalmente. No existe un beneficio de supervivencia claro y obvio en derramar agua salada cuando estamos abrumados. El llanto emocional consume energía, nos deja en un estado de vulnerabilidad, y no nos ayuda a escapar del peligro o a encontrar alimento de ninguna manera evidente. Y, sin embargo, está tan profundamente arraigado en la experiencia humana que a menudo medimos la profundidad de una emoción por su capacidad de movernos hasta las lágrimas. Entonces, ¿qué es lo que realmente está sucediendo aquí? Los científicos han cometido errores en el pasado respecto a la biología humana; ¿podríamos estar pasando por alto una pieza clave del rompecabezas del llanto?
Por qué lloramos: teorías y propósitos evolutivos

A pesar de décadas de investigación y estudio, los científicos aún no comprenden completamente por qué los seres humanos desarrollaron la capacidad de llorar emocionalmente. Una teoría principal sugiere que las lágrimas actúan como una señal social, un llamado de auxilio no verbal que puede generar empatía y apoyo de otros. Las lágrimas marcan visiblemente la vulnerabilidad emocional, lo que pudo haber fortalecido los lazos sociales y aumentado la probabilidad de cooperación y cuidado dentro de las primeras comunidades humanas. En ese sentido, el llanto podría incluso ser un ejemplo de selección de grupo, donde los rasgos evolutivos se desarrollan a nivel del colectivo en lugar del individuo.
Otra hipótesis vincula el llanto con la regulación de las emociones, señalando el sistema nervioso autónomo, la parte del cuerpo que media funciones como la dilatación de la pupila, el ritmo cardíaco y otras acciones involuntarias. Se argumenta que el llanto es similar a la risa: ambos surgen cuando el cuerpo transita entre estados emocionales intensos. En general, los investigadores concuerdan en que el llanto es nuestra manera de liberar cargas emocionales acumuladas y gestionar el estrés.
También existe la teoría de que el llanto elimina toxinas y ciertas hormonas del estrés del cuerpo, una idea fuertemente defendida por el bioquímico William Frey. Sin embargo, otros investigadores disputan esta afirmación, argumentando que la cantidad de toxinas expulsadas a través del llanto es demasiado pequeña para generar una diferencia significativa en nuestro estado emocional. Así, la explicación más probable para el llanto humano es una combinación de señalización social y regulación emocional. Pero, ¿qué hay de otros mamíferos? Ciertos animales son altamente intuitivos emocional y socialmente. Por ejemplo, los perros pueden detectar si alguien no le agrada a su dueño. ¿Está más allá de lo posible que otros animales también derramen lágrimas emocionales como nosotros?
¿Lloran los animales? Es complicado

Muchos animales vocalizan cuando están angustiados, muestran duelo y exhiben signos físicos de tristeza. Sin embargo, hasta donde los científicos pueden determinar, los humanos seguimos siendo únicos en nuestro derramamiento de lágrimas emocionales. Pero, ¿qué hay del caso de Raju, un elefante que fue rescatado en 2014 después de 50 años de cautiverio abusivo en Uttar Pradesh, India? Mientras los rescatistas le quitaban los grilletes con púas a Raju, reportaron haber visto lágrimas brotando de sus ojos. Se sabe que los elefantes lamentan a sus muertos, y hay evidencia de que entierran a sus crías. Algunos científicos, como Marc Bekoff, profesor emérito de ecología y biología evolutiva en la Universidad de Colorado, argumentan que los elefantes sí lloran como los humanos, y que los investigadores deberían estar más abiertos a esa posibilidad.
Los perros presentan otro caso fascinante. En 2022, investigadores de la Universidad Azabu en Japón publicaron un estudio que mostraba que los perros producen más lágrimas cuando se reúnen con sus dueños después de largas ausencias, probablemente debido a una liberación de la hormona oxitocina, conocida como la