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Elkmont Ghost Town: Explorando las Huellas de un Pasado Olvidado en Tennessee
Descubre Elkmont Ghost Town, un cautivador pueblo fantasma en las Grandes Montañas Humeantes, revelando su rica historia y misterios.
¿Quién de nosotros no se siente fascinado por un lugar abandonado? ¿Qué sucedió allí? ¿Quiénes vivieron? ¿Por qué se fueron? ¿Fue una tragedia o simplemente el final de una era? Estas preguntas son suficientes para que nuestra imaginación vuele. Piensen en cuántas películas de terror comienzan con una casa espeluznante y abandonada en las afueras de un pueblo, o el descubrimiento de un pozo oculto bajo capas de escombros por décadas. Incluso lugares a cielo abierto, como Stonehenge, el antiguo santuario en el sur de Inglaterra que data de tiempos neolíticos, o Machu Picchu, un destino perfecto para adultos mayores, nos hacen preguntarnos: ¿quién, qué, cuándo y por qué? Hay un lugar en las Grandes Montañas Humeantes, un pueblo fantasma inquietantemente atractivo, que despierta el mismo tipo de curiosidad que eriza la piel. Es el Elkmont Ghost Town. Este sitio se ha convertido en un testimonio viviente del paso del tiempo y las transformaciones que puede experimentar un lugar. Su silencio y las estructuras que aún permanecen cuentan una historia profunda, invitando a cada visitante a desentrañar sus secretos. Lo que una vez fue un centro bullicioso, hoy es un eco de lo que fue, ofreciendo una experiencia única y evocadora para quienes lo exploran. Es un verdadero portal al pasado. Localizado junto al campamento de Elkmont, en Elkmont, Tennessee, a unos ocho millas de Gatlinburg, Elkmont Ghost Town es lo que queda de una aldea turística que una vez fue muy animada a principios del siglo XX. Pero no comenzó así. Establecida a mediados del siglo XIX por colonos y tramperos, la abundancia de fresnos, álamos, cicutas y cerezos de la región eventualmente atrajo la atención de la industria maderera. Para 1907, la Compañía Maderera Little River había establecido oficialmente sus operaciones en el pueblo de Elkmont y construyó un ferrocarril para transportar los árboles recién cortados a Knoxville para su procesamiento. Irónicamente, el ferrocarril construido para apoyar la operación de tala también atrajo la atención de personas de afuera que apreciaban la belleza natural de la región. Reconociendo una oportunidad para crear una segunda fuente de ingresos, la compañía maderera Little River vendió 50 acres de terreno despejado al Club Apalache, un club social recién formado por influyentes de Knoxville, con el propósito de construir un resort vacacional. El potencial turístico de la zona se hizo evidente, y lo que alguna vez fue un lugar de arduo trabajo, comenzó su metamorfosis hacia un destino de descanso y esparcimiento. Este cambio no solo redefinió la economía local, sino también su identidad, marcando el inicio de una nueva era para Elkmont. ## Una metamorfosis de pueblo maderero a resort vacacional
Poco después, Charles B. Carter, un empresario local, se sumó a esta oportunidad. Compró 64 acres de tierra a la Compañía Little River y construyó su propio resort, el Wonderland Club. Durante décadas, las comunidades turísticas del Club Apalache y el Wonderland Club reinaron como lugares para ser vistos y para ver. Ambos contaban con cabañas individuales construidas alrededor de una casa club central que servía como el centro social, organizando fiestas y bailes de temporada para los miembros del club. Creemos que el ambiente pudo haber sido similar al ficticio Steiner Mountain Resort que aparece en la segunda temporada del exitoso programa de Amazon,