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Explorando los Castillos Europeos: Una Guía Imprescindible para el Viajero
Descubre la historia y arquitectura de los castillos de Europa. Guía completa para una visita inolvidable.
Europa es un continente donde la historia se siente viva en cada rincón. Al recorrer el Viejo Mundo, uno se encuentra constantemente retrocediendo en el tiempo, pisando las huellas de civilizaciones pasadas. Desde teatros romanos de dos mil años de antigüedad hasta templos dedicados a deidades olvidadas, prácticamente cada país europeo está envuelto en un manto de historias ricas y un pasado dramático y poderoso.
Para muchos viajeros, son los castillos históricos los que mejor evocan la majestuosa y misteriosa atmósfera de la Europa antigua. El experto en viajes europeos, Rick Steves, afirma que “los castillos hacen volar la imaginación”, y no se equivoca. Hay algo verdaderamente mágico, emocionante y casi irreal en explorar estas imponentes fortificaciones. Se encuentran ejemplos magníficos por toda Europa, desde las torres de cuento de hadas de Sintra en Portugal, adornadas con hermosos colores pastel, o los impresionantes castillos góticos del Reino Unido, hasta el escalofriante Castillo de Bran en Transilvania, supuesta morada del Conde Drácula.
Sin embargo, no todos los castillos son iguales. Steves señala que “algunos de los castillos de Europa son maravillosos como de cuento de hadas (como Neuschwanstein en Baviera), [mientras que] otros son moles masivas y en ruinas”. Él subraya la importancia de investigar antes de planificar una visita para evitar decepciones. Quizás anhele la magnificencia medieval fortificada de la Era de la Caballería y termine visitando un elegante castillo-palacio exquisitamente decorado, lleno de retratos cortesanos y muebles de Luis XVI. Así que, si está planeando visitar uno de los castillos favoritos de Steves, aquí hay algunas cosas que podría necesitar saber.
De Robustas Fortalezas a Ostentosos Palacios

Rick Steves describe los castillos de Europa clasificándolos en dos categorías principales: “fortalezas medievales (construidas para resistir asedios) y castillos-palacios (residencias y lujosos châteaux para la realeza y la nobleza)”.
Las fortalezas medievales pueden variar desde pequeñas fortificaciones encaramadas en una colina estratégica, como las diminutas y robustas fortalezas salpicadas por España, o las torres en las fronteras escocesas y galesas, hasta gigantescas moles como Bamburgh en el norte de Inglaterra o el Castillo de Corvin en Rumania. Estas impresionantes y brutales construcciones eran una parte fundamental de la guerra medieval, diseñadas para albergar soldados, soportar asedios y proteger a la población local. Los castillos medievales eran lugares donde la gente vivía, pero eran principalmente armas de guerra y parte de un complejo sistema de control y dominación feudal. Su arquitectura era práctica y defensiva, priorizando la seguridad sobre la ornamentación.
Los castillos-palacios de Europa son algo completamente diferente. Cuando la pólvora comenzó a utilizarse como arma de guerra, los castillos defensivos quedaron obsoletos, ya que incluso los muros más robustos podían ser reducidos a escombros con unos cuantos cañones. La función de los castillos evolucionó entonces; se convirtieron en símbolos de estatus y lugares de residencia, en lugar de fortificaciones militares. Por ello, fueron diseñados de una manera mucho más intrincada, ornamentada y delicada. Los ejemplos más famosos de este tipo de palacio son los castillos franceses del Valle del Loira, pero hay muchos otros lugares exquisitos por toda Europa para descubrir. Estos incluyen el Castillo de Neuschwanstein en Alemania, la inspiración para el Castillo de la Bella Durmiente de Disneylandia, las torres rosadas y amarillas del Palacio de la Pena en Sintra, Portugal, y la opulenta magnificencia del Palacio de Versalles cerca de París, Francia, un testamento a la riqueza y el poder monárquico.
Cómo Aprovechar al Máximo la Visita a un Castillo

Los consejos de Rick Steves para el turismo de castillos europeos no se limitan a decidir qué tipo de castillo desea ver. También señala que, si bien algunos castillos son destinos turísticos asombrosos, como el Castillo de Warwick en Inglaterra, “que alberga competencias de justas, demostraciones de catapultas, museos de armaduras y artefactos medievales, y tiendas de regalos bien surtidas”, otros son “moles masivas y en ruinas”, salones sin muebles, o no mucho más que unas cuantas pilas de piedras dispersas y una zanja con una taquilla.
Por eso, investigar y llegar preparado es clave para una experiencia de visita exitosa. Vale la pena averiguar qué atracciones se ofrecen, si el castillo ofrece visitas guiadas o autoguiadas, y si hay exposiciones o artefactos originales para admirar. Además, es importante estar listo para caminar bastante; ya sean las largas galerías y las escaleras de caracol de los pintorescos palacios, o las ruinas de una imponente fortaleza de piedra medieval, un calzado cómodo es indispensable para disfrutar plenamente de la exploración.