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Guía Completa: Peligros de las Garrapatas y Cómo Protegerte de sus Enfermedades
Aprende sobre los peligros de las garrapatas, como la Enfermedad de Lyme y la parálisis, y descubre cómo protegerte eficazmente.
Las garrapatas son, sin duda, una de las criaturas más temidas y detestadas, a pesar de su rol en el ecosistema. Se encuentran a lo largo y ancho de todo el continente, al acecho en casi cualquier lugar donde la hierba crece alta, esperando engancharse a transeúntes desprevenidos para alimentarse de su sangre. Son conocidas por parasitar a los perros y así, viajar hasta nuestros hogares, pero ¿cuánto peligro representan realmente para los humanos? La respuesta es: un peligro considerablemente grave.
Las garrapatas poseen una adaptación astuta que les permite explotar a sus presas de manera sigilosa. Cuando se adhieren a un huésped, introducen un tubo alimentador a través de la piel para acceder a la sangre. Pero lo que las hace aún más insidiosas es que también inyectan saliva que contiene un anestésico potente. Esto adormece el área de la mordedura, evitando que el huésped sienta el ataque. Así, la garrapata puede alimentarse a sus anchas sin ser detectada. Sin embargo, esa misma saliva puede transportar una gran cantidad de patógenos, y cuando estos ingresan bajo nuestra piel, pueden surgir problemas graves.
Las mordeduras de garrapata suelen dejar un abultamiento rojo en la piel, similar a la picadura de un mosquito pero más grande, que puede causar picazón y dolor ardiente. No obstante, este es el problema más leve, ya que la saliva de las garrapatas puede transmitir enfermedades como la Enfermedad de Lyme, la fiebre manchada e incluso parálisis. Profundicemos en las amenazas más serias, empezando por la enfermedad transmitida por garrapatas más notoria de todas.
¿Por qué la Enfermedad de Lyme es tan peligrosa?

La Enfermedad de Lyme es tristemente célebre por ser la enfermedad transmitida por garrapatas más comúnmente diagnosticada. Esta afección es causada por una bacteria llamada Borrelia burgdorferi, la cual es predominantemente transportada por las garrapatas de ciervo (Ixodes scapularis), también conocidas como garrapatas de patas negras. Esta especie se encuentra en vastas regiones. La Enfermedad de Lyme progresa lentamente, comenzando con una erupción cutánea que no difiere mucho de una picadura rosa normal, pero luego comienza a extenderse. Pueden aparecer lesiones en otras ubicaciones, y se manifiestan fiebres y dolores.
Uno de los síntomas más característicos de la Enfermedad de Lyme es el dolor articular artrítico. De hecho, esta enfermedad no fue identificada hasta 1975, en parte porque podía ser mal diagnosticada como artritis reumatoide. Fue solo después de que un número sospechosamente alto de niños fueran diagnosticados con artritis en la ciudad de Lyme, Connecticut, que los médicos se dieron cuenta de que una enfermedad diferente era la culpable. Los episodios de hinchazón articular pueden aparecer y desaparecer durante meses o incluso años después de contraer la enfermedad.
Aunque rara vez es fatal, los casos graves de la Enfermedad de Lyme pueden causar un daño nervioso extenso en músculos y órganos. Puede provocar parálisis de Bell, que es la parálisis de los músculos faciales, y cuando los nervios del cerebro se inflaman, pueden afectar la audición y la visión. En algunos casos, incluso puede alterar el sistema eléctrico del corazón. Afortunadamente, la Enfermedad de Lyme puede ser tratada con antibióticos, pero buscar atención médica urgente es esencial para evitar síntomas a largo plazo.
Otras enfermedades transmitidas por garrapatas

La Enfermedad de Lyme está lejos de ser el único peligro que las garrapatas representan para los humanos. Diferentes especies de garrapatas transportan distintos patógenos, por lo que los riesgos varían según el tipo de garrapatas en su entorno. Es crucial tener especial precaución con la fiebre manchada, cuyas diversas formas son transportadas por especies de garrapatas a lo largo de diferentes regiones. La más común de estas es la Fiebre Manchada de las Montañas Rocosas (FMMR). Esta afección es transmitida por varias especies de garrapatas, incluida la garrapata marrón del perro (Rhipicephalus sanguineus), que es la garrapata más extendida en el mundo. La FMMR es causada por la bacteria Rickettsia rickettsii, y provoca síntomas similares a la Enfermedad de Lyme, incluyendo erupción cutánea, fiebre, dolor muscular, confusión mental y entumecimiento. Afortunadamente, la FMMR también puede ser tratada con antibióticos.
El peligro más aterrador transmitido por garrapatas es la toxicosis por garrapatas, o parálisis por garrapatas. Esta pérdida progresiva de la función muscular es causada por una neurotoxina presente en la saliva de más de 40 especies de garrapatas conocidas, aunque solo las hembras la portan. La parálisis comienza con debilidad en las extremidades, que progresa en cuestión de horas o unos pocos días hasta que una persona ya no puede mover los brazos o las piernas. La parálisis puede volverse mortal cuando se extiende a los pulmones, y el 10% de los casos de parálisis por garrapatas resultan fatales. Los síntomas de la parálisis por garrapatas a veces pueden confundirse con el síndrome de Guillain-Barré. Para salvar al paciente, la garrapata debe ser removida del cuerpo para detener el flujo de la neurotoxina, y algunos pacientes pueden necesitar un tubo de respiración mientras se recuperan.
Mantenerse a salvo de las garrapatas: Medidas preventivas

La mejor manera de abordar cualquier enfermedad es con medidas preventivas, pero actualmente no existen vacunas para proteger contra condiciones transmitidas por garrapatas como la Enfermedad de Lyme y la Fiebre Manchada de las Montañas Rocosas. Por lo tanto, el curso de acción necesario es evitar por completo que las garrapatas te piquen. Puedes lograr esto usando pantalones largos y calcetines cuando camines por áreas con mucha vegetación, aplicando repelente de insectos cuando salgas, y realizando una revisión corporal exhaustiva en busca de garrapatas tan pronto como regreses a casa de actividades al aire libre.
También debes estar atento a los huevos de garrapata, que las hembras ponen por miles durante las estaciones de primavera y verano. A diferencia de la mayoría de los animales, las garrapatas no ponen huevos en nidos, sino que los depositan donde sea más conveniente. Afortunadamente, las garrapatas no ponen huevos en humanos, pero sí pueden ponerlos en hogares, garajes y cobertizos de jardín. Si las garrapatas son un problema persistente en tu propiedad, puedes usar un insecticida, y algunas granjas incluso mantienen pollos y otros animales que se alimentan de garrapatas como un sistema de defensa natural.
Si una garrapata te pica, podría permanecer adherida a tu piel hasta por 12 días. Cuanto antes la retires, mejor. Puedes realizar una remoción segura de una garrapata utilizando un par de pinzas, sujetando el insecto cerca de tu piel y tirando lentamente hacia arriba. Una vez que la garrapata esté fuera, mantente atento a cualquier erupción y, si sientes algún síntoma de malestar, no te arriesgues y consulta a un médico. Un diagnóstico temprano y la atención adecuada son clave para una recuperación exitosa.