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Island Line Trail: La Inigualable Ruta para Ciclistas sobre el Lago Champlain en Vermont
Explora la Island Line Trail en Vermont: una ruta escénica de ciclismo sobre el Lago Champlain, con ferry y paisajes impresionantes.
Ahí estás, pedaleando tu bici a lo largo de una orilla arbolada frente al agua, cuando de repente la tierra desaparece y te encuentras pedaleando en medio de un lago. El camino de grava continúa recto –y suavemente se curva en la distancia– pero la tierra firme a ambos lados ha sido reemplazada por kilómetros de agua. Esta estrecha calzada está bordeada por diques rocosos, y árboles intermitentes sobresalen de los lados; puedes ver muy lejos, incluyendo el continente detrás de ti y las orillas de Grand Isle por delante. Una brisa se levanta del Lago Champlain; el cielo se ve enorme sobre ti, y el paisaje es vasto y abierto. Te sientes tan increíblemente libre, deslizándote a 10-15 millas por hora. Es una sensación de serenidad y aventura que pocos lugares pueden ofrecer.
Esta es la Island Line Trail, una antigua ruta ferroviaria que alguna vez transportó trenes de carga sobre el Lago Champlain. Este segmento es solo una parte de la más larga Burlington Greenway, que comienza en la ciudad más grande de Vermont y continúa por varios kilómetros a lo largo del lago. Conocida históricamente como la Colchester Causeway, la Island Line traza un creciente de tres millas a través del agua, terminando en el pueblo-isla de South Hero. El sendero multiuso tiene aproximadamente 12 pies de ancho, y mientras andas en bicicleta, corres o caminas por el lecho de piedra caliza triturada, puedes sentir una desorientación onírica, como si estuvieras flotando sobre la superficie del agua. La experiencia es casi mágica, un recordatorio de cómo la infraestructura humana puede coexistir armoniosamente con la belleza natural.
Como gran parte de la vida en Burlington, la Island Line es al aire libre e interactiva. La ruta también habla del pasado industrial de Vermont, un aspecto menos conocido de la vida en la Montaña Verde, y otra razón por la que este increíble destino de la costa este es una visita obligada para los amantes de la historia y los paisajes pintorescos.
Cuándo y cómo disfrutar la Island Line Trail

La buena noticia es que la Island Line es gratis, pública y está abierta todo el año. La primavera y el otoño son épocas fantásticas para visitarla, gracias a las temperaturas frescas y los cambios de hojas, dos de las características distintivas de Vermont. Si las condiciones son las adecuadas, podrías venir aquí en pleno invierno y nadie te lo impediría; secciones del lago se congelarán, generando vastas capas de blanco. El ciclismo de neumáticos gruesos (fat tire biking) se ha vuelto cada vez más popular en todo Vermont, permitiendo a los ciclistas rodar hábilmente sobre la nieve y el hielo. En teoría, la Island Line es una experiencia para las cuatro estaciones, ofreciendo paisajes transformadores con cada cambio de clima.
Solo hay un pequeño detalle: a 2.7 millas de la calzada, el sendero se interrumpe. Esta sección faltante se conoce localmente como ‘The Cut’ (El Corte), donde un puente de 200 pies de largo alguna vez conectó los dos extremos de la tierra. El agua es demasiado profunda (y fría) para cruzar a pie fuera de temporada, así que, a menos que tu bicicleta arrastre una embarcación robusta, simplemente no hay forma de cruzar por tus propios medios. Es aquí donde la ingeniosidad local entra en juego, ofreciendo una solución peculiar y encantadora.
Por eso, la organización Local Motion, con sede en Vermont, creó el Island Line Bike Ferry, que recoge a los ciclistas en un lado y los transporta a través de ‘The Cut’. Si el ferry no está ya atracado en tu lado, levantas una pequeña bandera para llamar al capitán, quien vendrá a buscarte. El ferry abre los fines de semana a finales de mayo y opera casi todos los días en julio y agosto. El ferry solo acepta donaciones, pero se recomienda encarecidamente pagar $5 por viaje sencillo y $10 por viaje redondo. Esta ruta pintoresca es solo una de las razones por las que un viaje por carretera por este estado de Nueva Inglaterra es un pedazo de cielo para los fotógrafos y amantes de la naturaleza.
Vermont: un estado hecho para el ciclismo

Desde la década de 1880, los ciclistas han ido llegando a Vermont, gracias a sus caminos rurales pastorales y sus serpenteantes senderos a través de bucólicos pequeños pueblos. Los ciclistas de montaña comenzaron a recorrer los senderos traseros –legalmente y de otra manera– desde la década de 1970 en adelante, expandiendo radicalmente el rango de movimiento para los deportes de dos ruedas. Vermont es, de hecho, el estado más rural de los EE. UU., y siempre ha habido una gran cantidad de paisajes ricos para explorar. Esta reputación ha crecido exponencialmente en los últimos años, gracias a cientos de millas de senderos de una sola pista que se extienden por las montañas, además de la creciente popularidad del ciclismo de grava; una de las rutas de bikepacking más codiciadas del país es la VTXL, que une 300 millas de caminos (en su mayoría) sin pavimentar y atraviesa todo el estado de norte a sur. Esta diversidad hace de Vermont un destino inigualable para ciclistas de todos los niveles y preferencias.
Vermont también es muy montañoso, y no todos los ciclistas están dispuestos a conquistar pendiente tras pendiente solo para llegar a la siguiente posada o campamento. Muchos visitantes solo quieren un paseo tranquilo. Esta es una de las razones por las que la Burlington Greenway es un lujo; los visitantes pueden quedarse en esta ciudad de moda, que tiene no menos de siete cervecerías artesanales y una escena culinaria y artística en auge. La combinación de accesibilidad y opciones de ocio hace que Burlington sea una base ideal para explorar la región.
Burlington también tiene su propio aeropuerto modesto y muchos alojamientos, con precios que van desde $100-400 por noche. Hay varios lugares para alquilar una bicicleta en la ciudad, incluyendo la propia Local Motion. Si te encanta el paisaje y quieres un desafío –pero aún te sientes desganado con las subidas largas– prueba la Lamoille Valley Rail Trail, de 93 millas, que comienza a unas 30 millas al norte de Burlington en la ciudad de St. Albans y serpentea hacia el sureste a través del centro de Vermont. Fácilmente podrías incluir esta en una lista de los senderos para bicicletas más hermosos de EE. UU. para agregar a tu lista de deseos, complementando perfectamente la experiencia de la Island Line.