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La Adaptación del Cuerpo Humano al Espacio: Desafíos y Programas de Recuperación para Astronautas
Explora cómo el cuerpo se adapta al espacio y los programas de rehabilitación esenciales para el bienestar de los astronautas.
El Programa de Investigación Humana de la NASA ha dedicado casi tanto tiempo como la propia organización a estudiar cómo los viajes espaciales afectan el cuerpo humano. Este programa ha descubierto que una de las consecuencias negativas de la exploración espacial es que las condiciones en el espacio pueden dañar permanentemente a los astronautas. Por ejemplo, la microgravedad afecta los huesos y músculos de los astronautas, provocando pérdida de densidad ósea y atrofia muscular, y también puede causar problemas de visión.
Afortunadamente, algunos de los efectos que el espacio tiene en el cuerpo son reversibles, como la incapacidad para mantenerse de pie y la pérdida del control motor básico cuando los astronautas regresan a la Tierra. Es por eso que los astronautas se someten a un programa de reacondicionamiento y rehabilitación de 45 días.
Damian Bailey, profesor de la Universidad de South Wales, explicó a la BBC: “El espacio es, con mucho, el entorno más extremo que los humanos han encontrado, y simplemente no hemos evolucionado para manejar las condiciones extremas”. Antes y durante las expediciones espaciales, los astronautas reciben entrenamiento médico y acondicionamiento físico para asegurarse de que están en óptimas condiciones y pueden responder bien a cualquier problema de salud que surja. Rutinariamente, revisan su sangre, peso corporal, fuerza, orina, visión y más para rastrear los cambios en sus cuerpos.
Al regresar a la Tierra, el grupo de Fuerza, Acondicionamiento y Rehabilitación de Astronautas (ASCR, por sus siglas en inglés) puede personalizar el programa de reacondicionamiento según las necesidades de cada astronauta. Si bien un programa de 45 días es suficiente para la mayoría, aquellos que permanecen en el espacio para misiones extendidas pueden necesitar una rehabilitación más prolongada y completa. Aun así, a algunos astronautas les puede tomar años recuperarse por completo.
¿Cómo es el programa de rehabilitación para los astronautas?

Durante las expediciones en la Estación Espacial Internacional (EEI), a los astronautas se les prohíben varias cosas, como beber alcohol. Incluso tienen prohibido comer ciertos alimentos en la EEI, como pan y bebidas carbonatadas. Sin embargo, una parte importante de su rutina diaria es hacer ejercicio durante dos horas usando una bicicleta estática, una caminadora y pesas. A pesar de esto, la ingravidez cobra su precio en cómo funcionan sus cuerpos bajo la gravedad de la Tierra.
Es por eso que el grupo ASCR diseña un espectro completo de ejercicios físicos y servicios de medicina musculoesquelética para que los astronautas se acerquen lo más posible a su estado físico previo al vuelo. Después de evaluar y personalizar el programa de reacondicionamiento, el equipo médico tiene cuidado de reintroducir a los astronautas a la gravedad terrestre sin causarles daño.
Para ayudar a los astronautas a recuperar su agilidad, equilibrio y coordinación primero, se someten a entrenamiento de espalda, marcha y extremidades inferiores. El astronauta Tim Peake, quien visitó la EEI en 2015, recordó en una declaración a la BBC: “Esa fase inicial de dejar de sentirse mareado, de recuperar el equilibrio y de tener la fuerza para caminar normalmente, son solo dos o tres días. Esos primeros dos o tres días de regreso a la Tierra pueden ser realmente agotadores”.
La segunda fase de las actividades de rehabilitación generalmente incluye el uso de bicicletas, máquinas de remo y elípticas para mejorar su salud cardiovascular y rango de movimiento, y para fortalecer sus músculos. Además de la terapia física, se brinda apoyo a la salud mental a través de técnicas de mindfulness y manejo del estrés para ayudar a los astronautas a lidiar con la ansiedad y los sentimientos de aislamiento mientras transicionan de nuevo a la vida en la Tierra.