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La Magia Nocturna: Descubriendo el Misterio del Brillo de las Luciérnagas

Descubre el fascinante secreto detrás del brillo de las luciérnagas. Exploramos la bioluminiscencia y su asombroso propósito.

La Magia Nocturna: Descubriendo el Misterio del Brillo de las Luciérnagas

Si alguna vez te encuentras en un jardín, pradera, parque o bosque durante las noches de verano, es posible que seas testigo de un espectáculo luminoso. Ese resplandor mágico en el aire es, muy probablemente, obra de las luciérnagas o bichos de luz, un tipo de insecto que emite su propia luz a medida que la oscuridad de la tarde envuelve el paisaje. Es común que los niños corran detrás de estos coleópteros (que, en realidad, no son moscas) y los atrapen en frascos para disfrutar de su brillo. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo producen este resplandor las luciérnagas? La respuesta reside en una fascinante reacción química conocida como bioluminiscencia, y las luciérnagas son quizás el ejemplo más emblemático de este asombroso fenómeno natural.

Por definición, la bioluminiscencia es un tipo de quimioluminiscencia que ocurre en seres vivos. En el caso de los bichos de luz, es el resultado de la combinación de oxígeno con adenosín trifosfato (ATP), calcio y luciferina; esta última es la sustancia química responsable de producir la luz. La luciferina es el producto de la enzima luciferasa cuando se mezcla con el oxígeno, y la forma en que esta sustancia química está organizada influye en el color de la luz, que en estos insectos voladores nocturnos suele ser amarilla. Esta luz ‘fría’ de las luciérnagas es muy diferente a la luz producida por una bombilla, que genera mucha más radiación térmica. Si la bioluminiscencia produjera calor de la misma manera, estos coleópteros simplemente no sobrevivirían.

¿Por qué brillan las luciérnagas?

La Magia Nocturna: Descubriendo el Misterio del Brillo de las Luciérnagas

Lo más fascinante de los animales que emiten su propia luz es que algunos de ellos —como las luciérnagas— pueden controlarla, y a menudo es así como estos animales se comunican. Al regular la cantidad de oxígeno que ingresa al órgano de luz (o ‘linterna’) a través de traqueolas —una compleja red de tubos cada vez más pequeños—, estos coleópteros pueden iniciar y detener la reacción química a voluntad. Es muy probable que las luciérnagas hayan desarrollado esta habilidad inicialmente como una forma de disuadir a los depredadores. Sin embargo, en la actualidad, utilizan esta ingeniosa reacción química principalmente como una señal de apareamiento.

Cada especie de luciérnaga posee su propia señal luminosa distintiva. En la mayoría de las especies de Norteamérica, es la forma de distinguir a las luciérnagas hembras de los machos. Generalmente, los machos vuelan a una altura y en un momento específico de la noche, haciendo que sus ‘linternas’ emitan destellos en una secuencia única para su especie. Mientras tanto, las hembras observan desde el suelo o la vegetación cercana (como las hojas de pasto), respondiendo con la señal apropiada para atraer a los machos. Las hembras y los machos que se sienten atraídos el uno por el otro intercambian sus señales y, eventualmente, pueden aparearse.

Algunas especies de luciérnagas pasan horas emitiendo destellos con sus linternas, mientras que otras pueden hacerlo solo por unos 20 minutos. Incluso existen ciertos machos de luciérnaga que destellan en sincronía, y otros que utilizan la reacción química para comunicarse entre sí con diversos propósitos. Además de todo esto, no todas las especies de luciérnagas utilizan la luz para comunicarse. Estos coleópteros, que suelen volar durante el día, emplean feromonas para el apareamiento en su lugar, demostrando la diversidad y adaptabilidad de estas criaturas asombrosas en el reino natural.