La Verdad Detrás de la Ansiedad Canina: ¿Por Qué los Perros Pequeños Son Más Nerviosos?

Si amas a los perros y tienes perros como parte de tu familia, es muy probable que tengas una preferencia cuando se trata de cachorros grandes o pequeños.

Aunque los perros grandes sean lo tuyo, no se puede negar que esos perros pequeños son encantadores y adorables (a menos que te estén ladrando), pero probablemente también hayas notado que parecen propensos a la ansiedad, incluso temblando visiblemente a veces.

¿Pero por qué?

Según el experto en comportamiento animal, el Dr. James Serpell, podría haber varias razones diferentes.

“Podría ser una asociación genética con el tamaño corporal pequeño. Podría ser porque los perros pequeños se sienten más amenazados y a la defensiva que los perros grandes y, por lo tanto, son más propensos a reaccionar agresivamente. Y podría ser que los dueños de perros pequeños son más protectores con sus mascotas y, en consecuencia, no los socializan adecuadamente cuando son jóvenes e impresionables. O tal vez sea una combinación de las tres.”

Es decir, hay mucho debate, y según la etóloga Dra. Erica Feuerbacher, eso se debe a que la mayor parte de la “evidencia” proviene de las experiencias anecdóticas de sus dueños.

“Los resultados de los informes de los dueños sobre el comportamiento de los perros muestran que los perros de menor peso tienden a ser más excitables y enérgicos, y eso podría traducirse en que ladran más.”

Dicho esto, ella y otros concuerdan en que cómo estos perros son entrenados y criados por sus dueños podría estar jugando un papel tan importante como lo que la naturaleza les dio en su pequeño tamaño.

“Debido a que son pequeños, que un perro 10 veces su tamaño se les acerque podría ser aterrador y sienten la necesidad de defenderse, lo que se manifiesta como gruñidos o mordiscos, ya que así es como se comunican los perros. Debido a que son pequeños, también existe la sensación para algunos (no todos) dueños de que no necesitan ser entrenados y que pueden ser manejados simplemente levantándolos, lo que no se puede hacer con un Labrador retriever que ladra.”

Existe evidencia real, en forma de un estudio de 2013, que muestra que los dueños tratan a los perros grandes de manera diferente que a los pequeños – básicamente, las personas son más propensas a sentirse cómodas interactuando con cachorros y perros grandes que con los pequeños.

Los conductistas también creen que el “factor ternura” en relación con los perros pequeños podría hacer que las personas interpreten su comportamiento como menos amenazante, mientras que la misma reacción de un perro más grande podría causar preocupación.

Feuerbacher explica que un gruñido y una muestra de dientes significa que un perro está estresado e incómodo, sin importar el tamaño.

“Un mayor reconocimiento de que estos comportamientos son indicativos de que el perro no está manejando bien la situación actual, y de que está estresado, sería realmente útil para el bienestar de estos perros.”

Hay algunos expertos, como la Dra. Catherine Reeve, que creen que todos los problemas de comportamiento típicos de los perros pequeños se deben a la crianza (nurture), y no a la naturaleza (nature) en absoluto.

“Los perros pequeños no son inherentemente más agresivos o ladradores que los perros grandes. Los perros pequeños tienen una mala reputación por estos comportamientos porque la gente tiende a socializar y entrenar a los perros pequeños menos que a los perros grandes. La gente también tiende a invadir el espacio personal y desatender los límites de los perros más pequeños con mayor frecuencia porque son ‘lindos’ y la gente se siente menos amenazada por ellos en comparación con, digamos, un gran pastor alemán.”

Básicamente, la gente llama a los perros pequeños “gruñones” y se ríe de su mal comportamiento, mientras que están mucho más preocupados y son más propensos a controlar el comportamiento si el perro es más grande y está etiquetado como más “peligroso”.

Así que ahí lo tienes – podría deberse en parte a la naturaleza, pero los expertos parecen inclinarse más hacia el lado de que los problemas se derivan de cómo los humanos interactúan con ellos.

Si tienes un perro pequeño, ¡entrénalo – será más feliz y también lo serán todos los demás!