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La Visión de los Murciélagos: Desmitificando el Mito 'Ciego Como un Murciélago'
Desmiente el mito 'ciego como un murciélago'. Explora su sorprendente visión nocturna y la avanzada ecolocalización de estos mamíferos.
La expresión “ciego como un murciélago” es una frase común que a menudo escuchamos, ya sea para describir a alguien despistado, un árbitro que pierde una jugada crucial o, simplemente, la búsqueda frenética de unas gafas perdidas. Sin embargo, si alguna vez utilizaste esta comparación, te sorprenderá saber que, en realidad, estás describiendo a un animal con una visión perfectamente normal. Contrario a la creencia popular que ha perdurado por décadas, de las más de 1,300 especies de murciélagos que se conocen, ninguna es verdaderamente ciega. Es cierto que los ojos de estos fascinantes mamíferos voladores son generalmente pequeños y funcionan de manera diferente a los ojos humanos, pero esto no implica que no cumplan su función a la perfección, permitiéndoles navegar y cazar en su entorno.
La raíz de la idea errónea de que los murciélagos son ciegos proviene de nuestra constante fascinación por su increíble sistema de ecolocalización. Esta es, quizás, la adaptación evolutiva más famosa de los murciélagos, después de sus alas, por supuesto. Para utilizar la ecolocalización, los murciélagos emiten ondas sonoras desde su boca y nariz, ondas que los humanos no podemos percibir porque caen en frecuencias demasiado altas para nuestro rango auditivo. Esas ondas sonoras rebotan en el entorno del murciélago y regresan a sus oídos, creando un eco que les ayuda a reconocer objetos en su cercanía con una precisión asombrosa.
Los murciélagos no son los únicos animales que utilizan la ecolocalización; sin embargo, son los más estrechamente asociados con ella. Sus grandes orejas, a menudo desproporcionadas en relación con sus cuerpos, se han convertido en un símbolo de esta habilidad tan particular. No obstante, nuestra fascinación por la ecolocalización ha llevado a muchos a creer que los murciélagos dependen únicamente de sus oídos, relegando sus ojos a la inutilidad. La verdad es que utilizan ambos sentidos de manera complementaria, y su visión es, en ciertos aspectos, más avanzada que la nuestra, especialmente en condiciones de baja luminosidad.
Los Murciélagos Pueden Ver Cosas que los Humanos No Perciben

La calidad de la visión de los murciélagos varía considerablemente de una especie a otra, pero ninguna puede ser descrita como ciega. Sus ojos están extraordinariamente adaptados para condiciones de baja luminosidad, lo cual es completamente lógico, ya que casi todos los murciélagos son nocturnos y son conocidos por habitar espacios oscuros como cuevas. De hecho, la colonia de murciélagos más grande del mundo se encuentra en una cueva en Texas, donde se refugian durante las horas de luz diurna. Para poder ver en tales condiciones, los murciélagos necesitan ojos que funcionen de manera muy diferente a los nuestros.
En la retina de un globo ocular, existen dos tipos de células fotorreceptoras: los bastones, que reaccionan a la cantidad de luz en un entorno, y los conos, que reaccionan a diferentes longitudes de onda de color y ayudan a agudizar los detalles. Los murciélagos poseen entre 300,000 y 800,000 bastones por milímetro cuadrado en sus ojos, mientras que los humanos tenemos como máximo 150,000 por milímetro cuadrado. Esta enorme densidad de bastones les permite ver en ambientes con mucha menos luz de la que los humanos somos capaces de percibir, dándoles una ventaja significativa en la oscuridad.
Curiosamente, algunas especies de murciélagos son ciegas de otra manera: son daltónicas. Todos los estudios de visión realizados en murciélagos muestran que pueden ver en las longitudes de onda de color naranja-rojo del espectro, pero varias especies son incapaces de ver el color azul debido a la falta de un pigmento necesario en sus ojos. Por otro lado, un grupo selecto de especies de murciélagos insectívoros ha demostrado la capacidad de ver en las longitudes de onda ultravioleta (UV), algo a lo que los humanos somos completamente ciegos. Esta habilidad les permite detectar patrones en las alas de los insectos que reflejan luz UV, otorgándoles una ventaja crucial para la caza nocturna.
En conclusión, la próxima vez que escuches o uses la frase “ciego como un murciélago”, recuerda que estás perpetuando un mito. Los murciélagos son criaturas con sentidos altamente especializados y efectivos, que utilizan una combinación de una visión excepcional en condiciones de baja luz y su asombrosa ecolocalización para prosperar en sus entornos. Su existencia es un testimonio de la maravillosa adaptabilidad de la naturaleza.