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Las Coloradas, Yucatán: El Asombroso Paraíso Rosado y su Secreto Eterno
Explora Las Coloradas, Yucatán: sus lagunas rosadas, flamencos y secretos de sal. Una maravilla visual que supera expectativas.
La Península de Yucatán, México, es un lugar donde la historia antigua se entrelaza con maravillas naturales y fenómenos únicos. Aunque es reconocida por su seguridad, cada rincón parece esconder una aventura inesperada. Desde las imponentes pirámides mayas hasta las selvas profundas, pasando por los cenotes —lagos subterráneos que se dice conducen al místico Xi’Balba, el inframundo maya—, Yucatán es un destino que cautiva los sentidos. Aquí, uno puede bucear en la oscuridad de los cenotes, explorar pueblos pintados de vibrantes colores, o incluso visitar el cráter del meteorito que impactó la Tierra y extinguió a los dinosaurios.
Entre todas sus atracciones, hay una que destaca por su singularidad y belleza casi irreal: las lagunas rosadas de Las Coloradas. Este fascinante paisaje, un ícono en las redes sociales de viajeros, cobra una dimensión completamente diferente al ser presenciado en persona. Lejos de ser una moda pasajera, Las Coloradas no solo cumple con las expectativas, sino que las supera con creces, ofreciendo una experiencia visual inolvidable.
A pesar de su creciente popularidad y de estar en la lista de deseos de casi todo viajero que visita México, Las Coloradas ha logrado conservar su encanto etéreo gracias a su ubicación remota. Su reconocimiento ha aumentado exponencialmente en los últimos años, pero aún conserva un aura de lugar especial. Se sitúa en la costa del Golfo de Yucatán, a unos 22 kilómetros de la pequeña y encantadora localidad de Río Lagartos, un trayecto de aproximadamente media hora en auto. Las ciudades importantes más cercanas incluyen Valladolid, a menos de dos horas de distancia, y Cancún, con su aeropuerto internacional, a unas tres horas. La capital del estado, Mérida, un destino turístico de México que a menudo se subestima, también se encuentra a unas tres horas de distancia.
Lagunas rosadas rodeadas de sal
Las deslumbrantes tonalidades rosadas de Las Coloradas, que evocan la fantasía del mundo de Barbie, no son un fenómeno natural en el sentido estricto de la palabra, sino el resultado de un proceso creado por el ser humano. Este tranquilo pueblo se asienta al borde de una vasta planicie salina, y las lagunas forman parte de una operación de producción de sal a escala industrial, una actividad que ha sido fundamental para la economía de la región desde la civilización maya. Las microalgas y los organismos de plancton, como la Artemia salina, que prosperan en las aguas altamente salinas, liberan pigmentos carotenoides intensos. A medida que el agua se evapora durante el proceso de recolección de sal, la concentración de estos organismos y sus pigmentos aumenta drásticamente, creando los vibrantes tonos rosados que hacen de Las Coloradas un destino tan llamativo y fotogénico.
Hace tan solo unos años, Las Coloradas era un secreto casi sin descubrir. Visitarlo implicaba simplemente encontrar el camino, estacionarse al lado de la laguna y disfrutar del paisaje, tomarse selfies, o incluso chapotear en las aguas rosadas. Sin embargo, la creciente popularidad de estas lagunas ha llevado a la comunidad local a organizar la visita de una manera más estructurada y, a la vez, más restrictiva. Ahora existe un centro de visitantes oficial, y el acceso tiene una tarifa de $400 MXN (aproximadamente $20 USD), que incluye un guía local. Este guía acompaña a los visitantes alrededor de la laguna, explicando la historia y la ciencia detrás de su extraordinario color, y asiste tomando fotos. Es importante destacar que, para preservar este frágil ecosistema, ahora está estrictamente prohibido nadar o incluso tocar el agua. También está restringido el uso de drones.
Aunque el color rosa de las lagunas es extraordinario en todo momento (en serio, las fotos apenas capturan la mitad de la magia), la intensidad y viveza del agua varían a lo largo del día. El mejor momento para capturar las fotos más impresionantes es alrededor del mediodía, cuando el sol está en su punto más alto y el cielo está despejado. En estas condiciones, los colores se revelan en su máxima expresión, ofreciendo un espectáculo visual inolvidable.
Cocodrilos, flamencos y playas desiertas
Aunque la experiencia en la laguna rosada en sí no toma mucho tiempo (probablemente solo necesites una o dos horas para disfrutar de la vista y tomar suficientes fotos), pasar una noche en la zona es altamente recomendable. Esto se debe en parte a que las lagunas son especialmente espectaculares al atardecer, ofreciendo un juego de colores único. Además, el viaje de regreso a ciudades como Valladolid, Mérida o Cancún puede tomar varias horas. Pero la razón principal es que Río Lagartos y sus alrededores ofrecen una gran cantidad de actividades que pueden enriquecer cualquier vacación. Hay varias opciones de hospedaje sencillas, como casas de huéspedes y B&B en Río Lagartos. La opción de alojamiento más destacada es el eco-lodge boutique Piña Coloradas, ubicado justo al lado de la laguna en Las Coloradas, permitiendo una inmersión total en el paisaje.
Si decides pernoctar, te animamos a explorar las lagunas y manglares de Río Lagartos para descubrir las maravillosas colonias de flamencos que habitan este ecosistema. Miles de estas elegantes aves rosadas anidan y se alimentan en los alrededores de los lagos. El contraste entre el cielo azul brillante, el verde turquesa de las aguas y el impresionante plumaje de estas aves es simplemente asombroso. También vale la pena embarcarse en un paseo en bote con un capitán local para adentrarse en los manglares y observar a los cocodrilos de cerca, una experiencia emocionante y memorable que te conecta directamente con la fauna local.
Además, la zona cuenta con un par de playas maravillosas y aún no descubiertas, que ofrecen un cambio refrescante de las concurridas arenas de Cancún y la Riviera Maya. La encantadora Cancunito es la primera playa a la que se llega por la carretera de Río Lagartos a Las Coloradas, accesible por un pequeño sendero a través de las dunas. Es muy probable que tengas esta playa paradisíaca completamente para ti, disfrutando de la tranquilidad y la belleza natural en su estado más puro.
En resumen, Las Coloradas y la región de Río Lagartos ofrecen mucho más que un simple paisaje fotogénico. Es una inmersión en la naturaleza vibrante, la historia milenaria y la cultura local de la Península de Yucatán. Ya sea que busques una aventura singular, la oportunidad de conectar con la fauna silvestre o simplemente un lugar para admirar una belleza inusual, este rincón de México promete una experiencia que perdurará en tu memoria, mucho después de que los tonos rosados se desvanezcan de tus fotografías.