Inicio / Ciencia
Las **Moléculas Imposibles**: Desentrañando los Misterios Químicos del **Universo**
Descubre cómo los **gases nobles**, inertes en la Tierra, forman **moléculas imposibles** en el **espacio**, revelando secretos del **universo**.
Los misterios del espacio exterior son demasiado vastos para que cualquiera pueda comprenderlos completamente. Nuestra visión del universo es increíblemente limitada, y casi todo lo que descubrimos sobre él solo genera más preguntas. Aunque naturalmente nos atraen las imágenes dramáticas de supernovas, nebulosas planetarias y constelaciones en el cielo nocturno, los mayores misterios del espacio también se encuentran a nivel químico. De hecho, mucho más allá de nuestra pequeña esfera azul, existen moléculas que ni siquiera existen en la Tierra.
El medio interestelar, el espacio entre estrellas, está compuesto principalmente por gases. El hidrógeno es el más abundante, pero el helio ocupa el segundo lugar y desempeña un papel especial en el mundo químico. El helio es un gas noble, parte de un grupo de elementos que no forman enlaces con otros elementos de forma natural, lo que significa que solo existen de forma independiente, no como parte de ninguna molécula. La antigua suposición científica ha sido que los gases nobles son completamente inertes, pero resulta que las leyes del espacio son diferentes de las de nuestro planeta. Aquí, solo podemos unir gases nobles en laboratorios, pero en el espacio exterior, esas reacciones químicas ocurren de forma natural, y estos llamados “elementos imposibles” pueden proporcionar respuestas vitales al misterio de la formación del universo.
¿Cómo funcionan los gases nobles?

Si observas las partes de la tabla periódica, notarás que todos los elementos están organizados en columnas llamadas grupos. El Grupo 18, la columna más a la derecha de la tabla, suele tener un color diferente al resto, lo que significa una familia de elementos diferente a cualquier otra. Estos son los siete gases nobles: helio (He), neón (Ne), argón (Ar), kriptón (Kr), xenón (Xe), radón (Rn) y oganessón (Og). Los seis primeros existen de forma natural en la Tierra, pero el oganessón, que es altamente radioactivo, solo ha sido sintetizado en un laboratorio. Ni siquiera fue descubierto hasta 2002, y actualmente es el elemento conocido más pesado del universo.
Las moléculas se forman cuando los átomos se unen entre sí. Forman enlaces covalentes, en los que los átomos se unen compartiendo electrones entre sí, o enlaces iónicos, en los que los átomos con carga neutra pierden electrones y se unen con otros átomos para restablecer el equilibrio. Los gases nobles son atípicos porque sus átomos ya tienen el número máximo de electrones, y por lo tanto no intercambian con otros elementos. Al menos, no en la Tierra, pero los científicos están descubriendo que los gases nobles se comportan de manera diferente en el espacio.
Las moléculas imposibles que los científicos encontraron en el espacio

El lanzamiento del Telescopio Espacial Herschel en 2009 finalmente permitió a los científicos identificar un tipo de molécula de gas noble en el espacio. Herschel capturó datos rastreando la radiación infrarroja, y cuando dirigió su atención a la Nebulosa del Cangrejo, algo extraño sucedió. Los datos mostraron una molécula en la longitud de onda de 485 micrones, pero no hay moléculas en esa longitud de onda. Al menos, eso es lo que pensaron los astrónomos, hasta que datos adicionales revelaron que la molécula era argonio (ArH+), una combinación de hidrógeno y el gas noble argón.
La razón por la que el argonio puede existir en la Nebulosa del Cangrejo es que los rayos cósmicos cargados eléctricamente que pasan por el espacio despojan a los átomos de argón de un electrón, permitiéndole unirse con el hidrógeno. Los investigadores también descubrieron que el argonio se crea a partir de un isótopo de argón diferente al de la atmósfera de la Tierra.
Los astrónomos teorizaron durante mucho tiempo la existencia de otra molécula de gas noble, llamada hidruro de helio (HeH+), una combinación de helio e hidrógeno. Se presumía que existía porque el hidrógeno y el helio son los dos elementos más abundantes en el universo, y los elementos clave en la composición de las estrellas. Dado que el hidrógeno y el helio fueron los principales químicos creados por el Big Bang, los científicos llegaron a creer que el hidruro de helio tenía que ser la primera molécula que se formó en el universo… y, sin embargo, no existía en ninguna parte de la Tierra. El avance finalmente llegó en 2019, cuando un estudio publicado en Nature demostró la presencia de hidruro de helio en una nebulosa planetaria a 3,000 años luz de distancia.