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Los Misterios de la Luna: ¿Por Qué Cambia de Color? Guía Completa

Descubre por qué la luna se tiñe de naranja, rojo o amarillo. Entiende las diferencias entre luna de cosecha y luna de sangre.

Los Misterios de la Luna: ¿Por Qué Cambia de Color? Guía Completa

A menos que seas un lobo, la Luna llena siempre es un espectáculo impresionante. Solo cuando la esfera lunar (o más precisamente, un esferoide) que mira hacia la Tierra está completamente iluminada, podemos apreciar todas las cicatrices y cráteres que narran su historia. Sin embargo, no todas las lunas llenas son iguales. En ciertas noches especiales, podrías notar que la Luna adquiere un tono naranja rojizo, como si una calabaza cósmica gigante estuviera suspendida sobre ti. Este fenómeno ha cautivado a la humanidad durante siglos, dando origen a mitos, leyendas y, por supuesto, a explicaciones científicas fascinantes.

El color real de la Luna es gris, una combinación de rocas basálticas, regolito y polvo. No obstante, desde nuestra perspectiva en la Tierra, parece cambiar de color en diferentes momentos. Cuando la Luna adquiere un tono rojo o rosado, la llamamos “Luna de Sangre”, un nombre que evoca misterio y asombro. Una Luna amarilla o naranja, por otro lado, es a menudo denominada “Luna de Cosecha” o “Luna del Cazador”, términos que reflejan su aparición en épocas clave para la agricultura. La rara “súper Luna azul”, sin embargo, no es realmente de color azul; este término se refiere a la segunda Luna llena en un mismo mes calendario o a una Luna llena que ocurre en su punto más cercano a la Tierra, haciéndola parecer más grande y brillante.

De todas las tonalidades inusuales que puede tomar la Luna, la gama de amarillo a naranja es la más común y, como mencionamos, a menudo se asocia con la “Luna de Cosecha” porque suele ocurrir a finales del verano o principios del otoño. Este fenómeno se debe principalmente a la atmósfera terrestre, que actúa como un filtro natural.

Cuando observas la Luna cerca del horizonte, la estás viendo a través de una porción más densa y gruesa de la atmósfera que cuando está alta en el cielo. Las capas más bajas y densas de la atmósfera filtran las longitudes de onda cortas de luz, que corresponden a los colores azul y violeta. Por el contrario, las longitudes de onda más largas de luz, que se encuentran en el rango del amarillo al rojo, logran pasar, haciendo que la Luna parezca de color naranja. Sin embargo, esta no es la única manera en que la Luna puede adquirir un tono rojizo u oxidado. Otros factores como la presencia de partículas de polvo, humo de incendios forestales o incluso la polución industrial pueden intensificar este efecto, dispersando aún más las longitudes de onda cortas y dejando pasar las más largas.

Luna Naranja vs. Luna de Sangre: Comprendiendo las Diferencias

Los Misterios de la Luna: ¿Por Qué Cambia de Color? Guía Completa

Aunque las lunas naranjas no son un evento diario, tampoco son extremadamente raras. La Luna llena más cercana al equinoccio de otoño en el Hemisferio Norte se conoce como “Luna de Cosecha”, y con frecuencia aparece de color naranja porque la Luna se eleva en un ángulo más estrecho con respecto al horizonte en esa época del año. Además, típicamente hay más partículas de polvo en el aire alrededor del otoño, muchas de ellas dispersadas por las cosechas mismas, lo que dispersa aún más las longitudes de onda cortas de luz. Así que, si te encuentras en el Hemisferio Norte alrededor del equinoccio de otoño, hay una muy buena probabilidad de que veas una Luna naranja.

Sin embargo, si alguien a tu alrededor se atreve a llamar a esa vista una “Luna de Sangre”, tendrás que corregirlo amablemente. El término “Luna de Sangre” se refiere específicamente a uno de los efectos de un eclipse lunar total. Un eclipse lunar total ocurre cuando la órbita de la Tierra la coloca directamente entre el Sol y la Luna, proyectando la sombra del planeta sobre la superficie lunar. Esto tiene el efecto de teñir la Luna de un color naranja rojizo u oxidado, similar al color de muchas Lunas de Cosecha, pero con una causa astronómica completamente diferente.

Hay una Luna de Cosecha cada año, aunque no necesariamente aparecerá naranja dependiendo de tu ubicación y las condiciones atmosféricas; una Luna de Sangre es mucho más rara, ocurriendo solo aproximadamente una vez cada dos años y medio para cualquier ubicación dada en la Tierra. Otra forma de distinguir entre una Luna de Sangre y otras instancias de una Luna naranja es que los eclipses lunares son fenómenos predecibles y casi siempre son noticia de antemano, permitiendo a la gente prepararse para observar este impresionante evento celestial. Comprender estas diferencias no solo enriquece nuestro conocimiento astronómico, sino que también nos permite apreciar la complejidad y belleza de nuestro universo.