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McWay Falls en Big Sur: Descubre la Magia Oculta de la Costa Central de California
Explora Big Sur, California: McWay Falls, una cascada única que cae al océano, y otros tesoros naturales te esperan.
La costa central de California es, sin duda, un paraje de ensueño. Con sus imponentes acantilados, densos bosques, costas rocosas y encantadores pueblos costeros ocultos, es un verdadero “pedacito de paraíso”. Este calificativo es especialmente cierto para Big Sur, una joya que se distingue por su naturaleza virgen en una franja costera donde la belleza es la norma. Desde hace décadas, esta región ha sido un imán para escritores, artistas y amantes de la naturaleza que buscan sumergirse en su atmósfera singular; una sola visita es suficiente para entender por qué. Si bien al hablar de cascadas en la costa oeste solemos pensar en el Pacífico Noroeste, con sus miles de impresionantes caídas de agua, California no se queda atrás. Alberga maravillas propias, entre ellas, la célebre McWay Falls en Big Sur. Esta cascada es notable por ser una de las únicas ocho en todo Estados Unidos que desemboca directamente en el océano, un espectáculo verdaderamente raro y cautivador. Accesible a través de un sendero que parte de la icónica Highway 1 dentro del Parque Estatal Julia Pfeiffer Burns, una visita a McWay Falls no solo ofrece la oportunidad de admirar esta singular caída de agua, sino también de disfrutar de las vistas de una cala escondida y panorámicas impresionantes a lo largo de la costa. Es el tipo de atracción natural inmaculada que Big Sur ofrece en abundancia, y lo mejor es que su acceso es sorprendentemente sencillo.
Sumérgete en la Magia de McWay Falls

La McWay Falls se encuentra estratégicamente ubicada justo al lado de la renombrada Highway 1 de California, una carretera sinuosa mundialmente famosa por sus asombrosas vistas panorámicas. Para llegar a esta impresionante cascada de marea de 24 metros de altura, el proceso es simple: solo hay que desviarse de la carretera principal hacia el estacionamiento del Parque Estatal Julia Pfeiffer Burns. Allí, tras abonar una tarifa mínima por vehículo, se accede directamente al sendero. Un tramo de escaleras de madera conduce a un túnel que pasa por debajo de la Highway 1. Desde este punto, un corto camino bien señalizado lleva a varios miradores estratégicamente ubicados, ofreciendo vistas inigualables y sin obstrucciones de las cataratas. Aunque pueda generar una ligera desilusión el hecho de que solo se pueda admirar McWay Falls a distancia, esta restricción no disminuye en absoluto el impacto de presenciar una cascada tan singular en persona. Es especialmente mágica durante la marea alta, cuando el agua parece precipitarse directamente sobre el impetuoso océano que ruge debajo.
Durante la marea baja, la arena de la pequeña cala donde reside McWay Falls queda expuesta, creando una imagen de playa idílica. Sin embargo, es crucial recordar que el acceso a esta playa paradisíaca está estrictamente prohibido. Este sitio opera bajo una política rigurosa de “mirar, pero no tocar”, y cualquier intento de ignorar las reglas puede resultar en multas considerables. Debido a su innegable popularidad y su estatus como un tesoro natural, McWay Falls suele ser un lugar concurrido, especialmente al atardecer. Es entonces cuando tanto los residentes locales como los turistas acuden en masa para ser testigos de la majestuosa puesta de sol sobre el horizonte. Aunque el amanecer no es tan espectacular en términos de color, sí baña la escena con una luz suave y perfecta, y visitarla a esas horas puede ofrecerte la preciada experiencia de tener el lugar casi exclusivamente para ti.
Otras Actividades Imprescindibles en Big Sur

La McWay Falls es, sin duda, una joya, pero Big Sur alberga muchos otros tesoros que merecen ser explorados. La región es extraordinariamente rica en atracciones fascinantes, y una de las más emblemáticas es el majestuoso Puente Bixby. Completado en 1932, esta maravilla de ingeniería de hormigón y acero se extiende elegantemente sobre un cañón de aproximadamente 79 metros de profundidad. No solo regala vistas impresionantes del vasto Pacífico y la costa circundante, sino que es una estructura de belleza arquitectónica por derecho propio, invitando a los visitantes a detenerse y capturar su esplendor en fotografías memorables.
Otro punto de visita obligada en Big Sur es la enigmática Pfeiffer Beach. Aunque su acceso puede ser un poco esquivo –a través de un camino estrecho y sin señalización clara–, esta playa es famosa por sus singulares formaciones rocosas dentadas y sus distintivas arenas de color púrpura, producto de los depósitos de granate de las colinas circundantes, convirtiéndola en un verdadero paraíso para los amantes de la fotografía. Además de su belleza paisajística, es un excelente lugar para avistar vida silvestre, como curiosas nutrias marinas, focas, ballenas, y, con un poco de suerte, planeando majestuosamente sobre las corrientes ascendentes, el imponente cóndor de California, una especie que alguna vez estuvo al borde de la extinción.
Si tu aventura te lleva a esta maravillosa zona, no puedes dejar de visitar el Parque Estatal Pfeiffer Big Sur. Esta extensa reserva de más de 400 hectáreas, ubicada en las faldas de las Montañas de Santa Lucía, ofrece a sus visitantes una red de senderos para caminatas y ciclismo que serpentean entre imponentes bosques de secuoyas gigantes. Dentro del parque también encontrarás una pintoresca cascada y el refrescante río Big Sur, un lugar idílico para nadar y refrescarse durante los cálidos días de verano. Este magnífico parque no solo cuenta con una zona de campamento bien equipada, sino que también alberga el Big Sur Lodge, un establecimiento clásico y encantador, con un estilo rústico y acogedor. Ofrece 61 habitaciones tipo cabaña, discretamente integradas en la frondosa vegetación del bosque, garantizando una estadía inmersa en la naturaleza. Para seguir explorando la magia de la costa central de California, hay un sinfín de lugares por descubrir que prometen unas vacaciones relajadas y memorables.