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Palillos Japoneses: El Souvenir Perfecto, Cultural y Sostenible de Japón
Descubre por qué los palillos japoneses son el souvenir ideal: económicos, culturales y ecológicos para tus seres queridos y para ti.
Al planificar un viaje a Japón, una de las preguntas más comunes es: ¿qué regalos debo comprar para mis amigos y familiares en casa? Y, ¿qué souvenir elegir para mí mismo? Las opciones pueden ser abrumadoras: ¿Un kimono de seda? ¿Una réplica de katana samurái? ¿Un set de caligrafía? ¿Una escultura de gato de la suerte? Todas suenan atractivas, pero uno puede acumular tanto té verde o bolsas de Hello Kitty antes de quedarse sin espacio en la maleta, o agotar la tarjeta de crédito, lo que ocurra primero. Además, hay otros desafíos: la cerámica japonesa es famosa, pero los delicados cuencos y tazas podrían romperse durante el transporte. Los cuchillos de sushi son afiladísimos, lo que podría generar preguntas en el aeropuerto. La electrónica puede ser divertida, pero a veces utilizan plásticos y cables poco amigables con el medio ambiente.
Si tus gustos son más sencillos o tu presupuesto es limitado, hay muchas ideas de souvenirs económicos que puedes considerar para tu próximo viaje. Pero hay un artículo que es útil, accesible y que refleja profundamente la cultura japonesa. Puedes encontrar este artículo en cualquier lugar, explorar una infinidad de variaciones y empacarlo fácilmente para tu viaje de regreso. ¿Cuál es el artículo? Los palillos.
Para la mayoría de los occidentales, los palillos siguen siendo un instrumento para comer inusual, reservado para ocasiones específicas. Aunque muchos europeos y americanos pueden manejar los palillos con confianza, los tenedores son el utensilio principal para alimentos sólidos, seguidos por las cucharas poco profundas. Los occidentales podrían pedir un par de palillos de madera desechables en un restaurante de Asia Oriental — para tomar trozos de sushi o sorber pho — pero estos implementos siguen siendo especiales, un símbolo de un lugar y una forma de vida lejanos.
El Arte de los Palillos Japoneses

Es difícil concebir la antigüedad de los palillos: aparecieron por primera vez en China hace unos 5,000 años, incluso antes de que los antiguos egipcios comenzaran a construir las pirámides de Giza. Los palillos llegaron a Japón mucho después, en el siglo VII, y se hicieron populares entre la nobleza; a lo largo de los siglos siguientes, los palillos también llegaron a las clases bajas, hasta convertirse en objetos cotidianos. Durante los últimos 1,500 años, las familias japonesas han utilizado palillos para comer arroz, carne y verduras. Mientras que los extranjeros pueden asumir que todos los palillos son iguales, la versión japonesa tiende a ser más puntiaguda que la variedad china o coreana, lo que, en teoría, ayuda a los comensales a manejar pequeñas espinas de pescado.
Los palillos adornan las mesas de todo el este de Asia, desde Mongolia hasta Vietnam, pero los japoneses sienten un orgullo particular por ellos. La ciudad de Obama es un centro neurálgico de fabricación de palillos, y según algunas estimaciones, esta única ciudad produce el 70% del suministro mundial de palillos “pintados”. A diferencia de las versiones lisas de bambú que se reciben en un restaurante de fideos económico, los palillos pintados son duraderos, coloridos y brillantes. Las superficies lacadas ostentan múltiples tonos o incluso dibujos detallados. Más que solo algo para comer, los palillos más finos pueden costar cientos de dólares y son considerados obras de arte funcionales.
Usar palillos en Japón también es un arte, ya que vienen con su propia etiqueta. Nunca debes dejar tus palillos sobresaliendo de un montón de arroz, ni debes frotarlos juntos o dejarlos apoyados uno sobre el otro. Estas son solo algunas de las cosas que los turistas nunca deben hacer al visitar Japón.
Palillos: El Regalo que Sigue Dando

Obviamente, los palillos son compactos y fáciles de transportar, lo cual es una ventaja para los viajeros ligeros. También vienen en una amplia gama de estuches y fundas, que pueden ser tan atractivos como los propios utensilios. Los palillos son la definición de la elegancia simple, y es difícil imaginar tener demasiados. Siempre y cuando laves los palillos a mano y rotes entre varios pares, podrías usar los mismos juegos durante años. La mayoría de los palillos japoneses están hechos de madera o bambú; ambos son recursos renovables, y el bambú se encuentra entre los materiales más ecológicos y versátiles del planeta.
Hay otra razón por la que querrías invertir en un par de palillos de calidad al visitar Japón: puedes usarlos mientras viajas. A diferencia de la mayoría de los souvenirs, que podrías usar para decorar o como tema de conversación, los palillos se pueden incorporar en casi todas las comidas. Esto es especialmente útil cuando compras una comida para llevar de un 7-Eleven o delicias locales únicas del bullicioso mercado de mariscos de Japón, y no te agrada la idea de añadir palillos desechables al vertedero. Incluso los principiantes deberían adaptarse a los palillos en pocos días, y no hay mejor manera de sacar ramen del caldo o levantar sashimi de un plato. ¿Deseas que tus palillos duren para siempre? Muchos están hechos de titanio y acero inoxidable.