Peñíscola: Descubre la Joya Histórica y Costera entre Barcelona y Valencia

Mientras muchos que viajan a España en busca de una escapada playera apuntan a Barcelona o Valencia, hay una ciudad entre estas famosas metrópolis que es una joya mediterránea a menudo subestimada y menos conocida, repleta de historia y maravillas arquitectónicas, esperando ser explorada. Esta es Peñíscola (pronunciado pen-yis-co-la), un lugar donde las antiguas murallas de piedra se encuentran con las brillantes aguas turquesas, y las calles empedradas serpentean a través de una ciudad fortaleza moldeada por siglos de conflicto, religión y comercio. Aunque la ciudad no es grande en extensión, lo que le falta en tamaño lo compensa con su profunda riqueza cultural y belleza geográfica.

La característica más distintiva de la ciudad es su impresionante castillo medieval, el Castillo del Papa Luna, encaramado en lo alto de una rocosa península que se adentra en el Mediterráneo. Incluso los creadores de la popular serie de HBO “Game of Thrones” se sintieron atraídos por esta fortaleza, utilizándola para recrear numerosas ubicaciones en su mundo de fantasía. Si bien la ciudad principal, como la mayoría de los destinos costeros españoles, ha sido moldeada por el turismo (con hoteles a orillas del mar, grandes complejos de apartamentos y paseos marítimos), el casco antiguo medieval conserva una fuerte identidad arraigada en su época como baluarte papal y fortaleza militar.

Más allá de sus murallas fortificadas y callejones empedrados, Peñíscola ofrece hermosas playas familiares, parques cercanos y acceso a calas tranquilas y senderos panorámicos. Aunque el verano atrae el turismo estacional, especialmente de visitantes nacionales, Peñíscola sigue estando menos saturada de viajeros internacionales que muchos otros destinos costeros. Como resultado, ofrece una experiencia que se siente auténtica y relajada, arraigada en los ritmos de un lugar que ha resistido el ascenso y la caída de imperios, y que aún así da la bienvenida a los viajeros con sus puertas abiertas y una refrescante brisa marina.

Explora el Castillo y el Casco Antiguo de Peñíscola

Los visitantes de Peñíscola hoy tienen la oportunidad no solo de admirar la fortaleza desde el exterior, sino también de explorar su magnífico interior. Construida por los Caballeros Templarios entre 1294 y 1307 (y sirviendo más tarde como refugio para el Papa Luna, el “Antipapa” Benedicto XIII), esta fortaleza ha sido testigo de una gran parte de la historia. Los visitantes tienen acceso a diferentes salas, incluyendo una capilla, una mazmorra y, al puro estilo español, una bodega. No te pierdas la terraza de la azotea, con sus vistas panorámicas del mar, o la vista del adyacente Parque de la Artillería, un jardín de verano donde los visitantes pueden pasear entre palmerales mientras disfrutan de amplias vistas a la bahía.

Rodeando el castillo hay un intrincado sistema de calles estrechas y empedradas bordeadas de edificios encalados con toques de azul, un estilo arquitectónico que hace que los visitantes sientan como si hubieran pisado una isla griega. Estas calles son en su mayoría peatonales, lo que las convierte en un placer para explorar a tu propio ritmo. Aquí encontrarás pequeñas boutiques que venden artículos de producción local, acogedores bares de tapas escondidos bajo antiguos arcos de piedra y plazas ocultas para disfrutar de un café matutino. No dejes de visitar la ornamentada Casa de las Conchas, una pequeña vivienda decorada con conchas marinas, una de las oportunidades fotográficas más icónicas de la ciudad.

La costa de Peñíscola también cuenta con dos playas principales: Playa Norte, un amplio y familiar tramo de arena con un animado paseo marítimo, y Playa Sur, que ofrece a los visitantes una experiencia más relajada y local. Los viajeros que buscan escapar a la naturaleza pueden hacerlo en el Parque Natural de la Serra d’Irta, situado al sur de la ciudad, que ofrece una amplia gama de rutas de senderismo y ciclismo, así como oportunidades para nadar en lugares aislados.

Dónde Alojarse y Cómo Llegar a Peñíscola

Aunque Peñíscola sea pequeña, existen múltiples opciones para elegir y prolongar tu estancia. Aquellos que buscan un lugar con ambiente histórico deberían considerar Hostal La Garita o Dio Esta Bien, ambos pequeños hoteles boutique en el casco antiguo con terrazas con vistas al mar. Para vistas al castillo y a la playa en un entorno más moderno, busca Hotel Boutique La Mar o Estrella del Mar. Rh Don Carlos & Spa es excelente para quienes buscan una estancia más mimada, y Joanna Hotel es un conveniente hotel boutique que ofrece habitaciones elegantes, opciones gastronómicas y fácil acceso a la playa.

Por supuesto, no puedes venir a esta parte de España sin probar la afamada paella. El Pescador Ermitaño y Restaurante Papa Luna son lugares de primera categoría para probar este delicioso plato de arroz, entre otros platillos de mariscos. La mayoría de los restaurantes ofrecen un menú del día (menús de precio fijo muy económicos para el almuerzo), que incluyen tres platillos, pan, una bebida y postre, ideal para aquellos que buscan degustar la cocina local con un presupuesto limitado. La hora de la cena en España suele comenzar después de las 8 p.m., así que evita el error común que cometen la mayoría de los viajeros en España al quedarse entre las horas de comida.

Llegar a Peñíscola desde Valencia o Barcelona es bastante sencillo; sin embargo, aquellos sin coche pueden tener más dificultades. Los visitantes pueden tomar un tren (que puede tardar entre 2 y 2.5 horas) desde la estación Valencia Nord o Joaquín Sorolla hasta la estación Benicarló-Peñíscola. Desde la estación de Benicarló, los visitantes necesitan tomar un autobús o un taxi hasta Peñíscola. Sin embargo, ten en cuenta que el sistema de autobuses parece funcionar solo durante el verano, por lo que aquellos que visiten fuera de temporada necesitarán un taxi. Quienes vengan desde Barcelona tomarán un tren desde Barcelona Sants hasta Benicarló-Peñíscola (un viaje de aproximadamente dos horas), y seguirán las mismas instrucciones.