Inicio / Destinos

Portugal: Encanto Atlántico y el Exquisito Secreto de los Percebes, un Manjar Culinario

Portugal: encanto, cultura y gastronomía atlántica. Descubre los percebes, un exquisito manjar. Un viaje culinario inolvidable.

Portugal: Encanto Atlántico y el Exquisito Secreto de los Percebes, un Manjar Culinario

Portugal, ese rincón de la península ibérica que alguna vez vivió a la sombra de su vecina España, ha emergido como uno de los destinos más codiciados de Europa. No solo atrae a viajeros, sino también a aquellos que buscan un lugar idílico para el retiro. Ubicado en la costa atlántica, este pequeño y pintoresco país presume de una cultura fascinante, acompañada de paisajes ondulantes, playas barridas por el viento y pueblos hermosos, como esa joya menos conocida que ofrece vistas inigualables.

La gastronomía portuguesa es otro de sus grandes atractivos. Es célebre por sus excelentes vinos y una cocina única y deliciosa. Su privilegiada ubicación marítima garantiza que los mariscos jueguen un papel preponderante. Platos como el bacalhau (bacalao salado), las sardinhas assadas (sardinas a la parrilla), el caldo verde (una sopa sustanciosa) y el frango piri piri (pollo marinado con influencias africanas) son solo una muestra de su riqueza culinaria.

Sin embargo, el renombrado gurú de viajes europeo, Rick Steves, no menciona ninguna de estas delicias cuando habla de su comida “favorita sentimental” en Portugal. En su lugar, se decanta por un hallazgo más profundo: los percebes. Aunque a los no iniciados la idea de consumir estas criaturas marinas pueda causar reticencia, en Portugal son considerados una delicadeza y los lugareños están dispuestos a pagar una buena suma por ellos.

Percebes: Un Manjar Marino Exótico con Sabor a Océano

Portugal: Encanto Atlántico y el Exquisito Secreto de los Percebes, un Manjar Culinario

Los percebes son crustáceos emparentados con los cangrejos, langostas y camarones, y existen más de 1.400 especies en el mundo. Suelen estar cubiertos por placas duras y calcáreas, y se adhieren a rocas, pilotes, boyas, cascos de barcos, algas e incluso criaturas vivas como almejas y ballenas, utilizando un cemento natural que secretan. Este adhesivo es increíblemente fuerte, lo que los hace particularmente difíciles de remover, ganándoles el apodo de “incrustantes costrosos”.

Estas a veces molestas criaturas marinas blindadas resultan ser también muy deliciosas, especialmente los percebes de cuello de ganso más grandes que se encuentran en las aguas de Portugal, conocidos también como “dedos de Lucifer”. Esta variedad no solo es rara, sino también difícil de cosechar, ya que las aguas donde habitan son famosas por sus olas masivas y fuertes corrientes. Los pescadores que buscan percebes no solo tienen que desafiar estas condiciones adversas y potencialmente mortales, sino que también deben sumergirse en ocasiones, ya que los percebes pueden crecer en lugares subacuáticos de difícil acceso. El trabajo para extraer estas criaturas es arduo y consume tiempo, lo que significa que, al llegar a la costa, los percebes alcanzan un alto precio, llegando a costar más de 75 dólares por libra.

Los percebes se suelen hervir en agua salada o cocinar al vapor, aunque también se pueden saltear. Para comerlos, hay que pellizcar el pie y tirar del tubo carnoso para sacarlo de su envoltura, similar a extraer la carne de una pinza de langosta; solo tenga cuidado de no salpicarse con la salmuera. Luego se arranca la “uña” y se disfruta de este bocadillo suculento. Su sabor se sitúa en algún punto entre el de las almejas, los calamares y las langostas, o quizás una mezcla de los tres. Se consumen comúnmente en la región del Algarve, en el sur de Portugal, y maridan perfectamente con un vino blanco seco o una cerveza fría.

Nazaré: Un Pueblo de Encanto Tradicional con Vistas Inolvidables

Portugal: Encanto Atlántico y el Exquisito Secreto de los Percebes, un Manjar Culinario

Rick Steves se enamoró de los percebes durante su visita al encantador pueblo costero de Nazaré, quizás más conocido por sus olas gigantes en invierno que atraen a algunos de los surfistas más audaces del mundo. Los percebes se venden en Nazaré como un bocadillo callejero y son un vínculo con las tradiciones antiguas que el pueblo mantiene vivas.

Nazaré es un pintoresco y tranquilo asentamiento pesquero, famoso por sus mujeres vestidas de forma colorida que se dice usan siete faldas (hoy en día son más bien tres o cuatro) junto con gruesos aretes de oro. Puede pasear por la playa y disfrutar de los grupos de música folklórica que tocan para los visitantes, así como de las redes de pescadores que probablemente verá extendidas en la arena.

Mientras esté allí, asegúrese de subir en el funicular hasta el barrio de Sítio, que, además de ofrecer vistas panorámicas del Atlántico, cuenta con su propia iglesia, plaza y un monumento al famoso explorador portugués Vasco de Gama. Este distrito es tan distinto de la ciudad que Rick Steves afirma que “se siente como un pueblo separado”. Una visita a Sítio, con una caminata de regreso por la colina, es la manera perfecta de abrir el apetito para un plato de percebes frescos, acompañados de una buena cerveza.

En definitiva, Portugal ofrece una experiencia que va más allá de lo evidente, invitando a explorar su autenticidad y sabores inesperados. Los percebes no son solo una comida, sino una inmersión en la cultura y la tradición de un país fascinante, que promete ser un destino inolvidable en cada visita.