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Pterotrigonia Thoracica: El Fósil Estatal de Tennessee y su Legado en la Historia Geológica
Descubre Pterotrigonia Thoracica, el fósil estatal de Tennessee. Un bivalvo ancestral que revela secretos del Cretácico.
Si le pidieras a alguien que hiciera una lista de sus animales favoritos o que clasificara los que les generan más emoción, es probable que las almejas no estuvieran en los primeros lugares de la mayoría. ¡Y eso es una lástima! Estas dóciles criaturas tienen una historia larga y fascinante en nuestro planeta que se extiende por cientos de millones de años, y sus rastros en el registro fósil han sido cruciales para nuestra comprensión de la evolución.
Esa significancia histórica es en parte la razón por la que Tennessee decidió convertir a Pterotrigonia thoracica —a menudo llamada Ptero— en su fósil estatal oficial (sí, esas cosas existen). Este antiguo bivalvo (moluscos con una concha de dos partes articuladas) vivió hace unos 70 millones de años durante el período Cretácico Tardío, cuando gran parte de lo que hoy es Tennessee estaba sumergido bajo un mar cálido y poco profundo.
En 1998, la legislatura estatal reconoció oficialmente a Pterotrigonia como el fósil estatal de Tennessee, honrando su papel en el descubrimiento del pasado antiguo de la región y exhibiendo su rica historia geológica y ecológica. Pterotrigonia no era una almeja cualquiera; formaba parte de una familia de moluscos conocidos por sus conchas estriadas, algo que las hacía destacar tanto durante su tiempo en el planeta como en el registro fósil actual.
La almeja ancestral que ayudó a moldear la historia de Tennessee

El paisaje de Tennessee durante el período Cretácico era irreconocible en comparación con la geografía moderna del estado, con sus montañas y planicies. La vida marina —incluyendo moluscos, amonites e incluso algunos reptiles marinos— prosperó en el clima cálido de este período, cuando la parte occidental del estado estaba sumergida bajo un mar poco profundo que era una extensión del actual Golfo de México. Que el golfo fuera hogar de un ecosistema floreciente de animales únicos hace 70 millones de años no es sorprendente; de hecho, aún hoy alberga especies marinas espectaculares.
Pterotrigonia thoracica era un filtrador de suspensión excavador (animales que obtienen su nutrición de partículas flotando en el agua) cuya robusta concha estriada la hace fácilmente reconocible en el registro fósil. Hoy extinta, su único pariente vivo, la Neotrigonia, se encuentra en las aguas oceánicas de la costa de Australia. De hecho, se cree que el evento de extinción que condenó a los dinosaurios también jugó un papel en el fin de Pterotrigonia como especie.
Los fósiles de Pterotrigonia de Tennessee se encuentran principalmente en la Formación Coon Creek del estado, un depósito de lecho marino de 73 millones de años y 240 acres que contiene casi 700 especies preservadas, ubicado a unas 90 millas al este de la actual Memphis. La especie es tan importante para la identidad geológica del estado que, cuando la legislatura de Tennessee redactó el proyecto de ley para designar su estatus oficial como fósil estatal, afirmó: “[Ptero thoracica] personifica las muchas especies de organismos extintos cuyos restos fósiles están tan abundantemente preservados en las rocas de todo Tennessee.”
Los fósiles como los de Pterotrigonia thoracica son ventanas al pasado remoto de nuestro planeta, ofreciendo evidencia tangible de los cambios geológicos y biológicos que han ocurrido a lo largo de millones de años. Son testigos silenciosos de la vida que una vez prosperó y de los eventos catastróficos que moldearon la historia de la Tierra, recordándonos la incesante danza de la vida y la extinción.