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Vega: El Enigma de la Estrella Más Brillante y su Disco de Escombros Perfecto
Descubre a Vega, estrella icónica, y su disco de escombros excepcionalmente perfecto. Un misterio cósmico que redefine la búsqueda de exoplanetas.
Vega es una de las estrellas más brillantes en el cielo nocturno y, gracias a su posición privilegiada en la esfera celeste, ha desempeñado un papel fundamental en las mitologías de culturas antiguas alrededor del mundo. Debido a su prominente lugar en la imaginación popular, Vega también ha sido una de las estrellas más estudiadas en los cielos.
Desde mediados del siglo XIX, Vega ha sido pionera en diversas observaciones astronómicas. En 1850, se convirtió en la primera estrella, además de nuestro Sol, en ser fotografiada. Veintidós años después, fue la primera estrella cuya composición fue analizada mediante espectroscopia. Cuando se estaba estandarizando el sistema de magnitud estelar (una medida de cuán brillantes son los objetos en el cielo nocturno y una de las principales características de una estrella), Vega fue utilizada como punto de referencia.
En 1984, se observó el primer disco de escombros orbitando otra estrella alrededor de Vega. Un disco de escombros puede entenderse como los restos de la formación de un sistema solar, análogos a los cinturones de asteroides o de Kuiper en nuestro propio sistema. Estos discos circunestelares no son precisamente raros —se han encontrado cientos de ellos—, pero el que rodea a Vega podría ser el más singular.
El Halo Perfecto de Vega

Las nuevas y asombrosas imágenes del disco de Vega provienen de la cámara MIRI (Mid-Infrared Instrument) a bordo del Telescopio Espacial James Webb (JWST). Lo que estas imágenes revelan es un disco de escombros que está precisamente centrado alrededor de su estrella, tan perfectamente circular que presenta una irregularidad de apenas el 0.2%, y tan desprovisto de características que ha obligado a los científicos a reconsiderar lo que creían saber sobre Vega.
La posición y la forma del disco de escombros de Vega son intrigantes simplemente por su singularidad. A modo de comparación, Fomalhaut, una estrella muy similar a Vega, también posee un disco de escombros, pero este tiene una excentricidad mucho mayor, que oscila entre 0.12 y 0.31. Debido a esta mayor excentricidad, el disco de Fomalhaut también está descentrado del centro del sistema, restando sutilmente a su pureza estética.
La parte realmente cautivadora del nuevo conocimiento proviene de cuán sin rasgos es el disco. La mayoría de los discos circunestelares tienen surcos tallados en ellos por grandes cuerpos en órbita, pero el disco alrededor de Vega solo tiene una tenue banda en el medio que separa un anillo interior y uno exterior. En otras palabras, no hay planetas donde se esperaba que los hubiera, lo que desafía las expectativas sobre la formación planetaria.
¿Tiene Vega algún planeta?

Existen varias formas de encontrar planetas orbitando otras estrellas, las más exitosas de las cuales implican tener una vista de canto de la estrella. Se puede medir el desplazamiento Doppler de la estrella a medida que oscila hacia y lejos de nosotros, se puede medir la caída en la luminosidad a medida que un planeta pasa frente a ella, o se puede medir la lente gravitacional de su luz causada por el planeta. En el caso de Vega, su polo apunta casi directamente hacia la Tierra, por lo que ninguno de esos métodos es viable para una detección directa sencilla.
Dada la fama del disco de escombros de Vega, se esperaba que pudiera proporcionar alguna evidencia indirecta de exoplanetas. Los signos más prometedores de actividad planetaria en un disco de escombros son su descentramiento del centro y las asimetrías en su forma, y el disco de Vega no presenta ninguna de estas características. Todavía podría haber planetas alrededor de Vega, pero son o demasiado pequeños para ver, o están demasiado cerca de Vega para ser resueltos con la tecnología actual.
La evidencia más prometedora de un planeta alrededor de Vega surgió en 2021, después de diez años de observaciones. Basándose en las diminutas oscilaciones de la estrella, los científicos sugieren que es posible que haya un planeta del tamaño de Neptuno orbitando Vega más cerca que la distancia a la que Mercurio órbita el Sol. Esta investigación más reciente no descarta esa posibilidad; por el contrario, los investigadores afirman que un Neptuno caliente encajaría perfectamente en su modelo de disco de escombros, manteniendo abierto el misterio de este fascinante sistema estelar.